Me encontraba en mi cama muy plácidamente durmiendo, aunque el clima fuese frío en las afueras del apartamento mi cuerpo estaba muy cálido y a gusto entre las cobijas y manos de Morfeo, pero hubo un detalle que empezaba a perturbarme y fue el motivo por el cual me levanté, aunque casi siempre despertaba a la misma hora.
Al salir de la cama noté la diferencia de temperaturas, el suelo estaba frío y un escalofrío me recorrió cuando mi cálida piel tuvo que hacerse por aquel terreno que lo que hizo no fue más que aumentar mi deseo de ir al baño, di unos pasos rápidos hasta el baño y antes de entrar lo primero que noté fue que la luz estaba encendida, ¿Cuándo había sido la última vez que Haze se despertaba temprano? Ya ni lo recordaba, pero aquello no sería un problema.
-Tengo que entrar es de vida o muerte.- Comenté mientras abría el cerrojo, mi voz sonó un tanto nerviosa y era el hecho de que mi vejiga estaba que estallaba en cualquier momento. Al ingresar pude escuchar el sonido de la ducha muy claramente y sin cerrar la puerta corrí a subir la tapa del inodoro para luego bajar un poco el mono y el calzón que llevaba y empezar el proceso de la micción. El ruido de un potente chorro a propulsión se podría escuchar entre las paredes del baño y al pasar los segundos mi cuerpo se iba relajando cada vez más y más, tardaría alrededor de unos 60 segundos terminar aquel proceso de forma satisfactoria.
-Vale, ya me salgo, estoy mucho mejor.- Dije un poco más tranquilo y satisfecho. -¿Qué haces despierto tan temprano?- Pregunté extrañado mientras le daba a la palanca del inodoro y luego iría a asear mis manos.
Al salir de la cama noté la diferencia de temperaturas, el suelo estaba frío y un escalofrío me recorrió cuando mi cálida piel tuvo que hacerse por aquel terreno que lo que hizo no fue más que aumentar mi deseo de ir al baño, di unos pasos rápidos hasta el baño y antes de entrar lo primero que noté fue que la luz estaba encendida, ¿Cuándo había sido la última vez que Haze se despertaba temprano? Ya ni lo recordaba, pero aquello no sería un problema.
-Tengo que entrar es de vida o muerte.- Comenté mientras abría el cerrojo, mi voz sonó un tanto nerviosa y era el hecho de que mi vejiga estaba que estallaba en cualquier momento. Al ingresar pude escuchar el sonido de la ducha muy claramente y sin cerrar la puerta corrí a subir la tapa del inodoro para luego bajar un poco el mono y el calzón que llevaba y empezar el proceso de la micción. El ruido de un potente chorro a propulsión se podría escuchar entre las paredes del baño y al pasar los segundos mi cuerpo se iba relajando cada vez más y más, tardaría alrededor de unos 60 segundos terminar aquel proceso de forma satisfactoria.
-Vale, ya me salgo, estoy mucho mejor.- Dije un poco más tranquilo y satisfecho. -¿Qué haces despierto tan temprano?- Pregunté extrañado mientras le daba a la palanca del inodoro y luego iría a asear mis manos.