15/01/2017, 03:36
Finalmente la chica respondió a mi pregunta y de entre todas las posibles respuestas, posiblemente la que me dio fue de la que menos me esperaría. Me quedé a cuadros...
—Hoy el dojo esta abierto al público, mi familia permite que se use el lugar para que el resto de shinobis de Kusagakure puedan entrenar— le informó la chica con tranquilidad mientras se ajustaba los guantes —Los que ves aquí son estudiantes de la Academia, aprenden taijutsu básico... en concreto kárate— explicó Izumi sin entrar en muchos detalles —Así que la respuesta es no, no práctico con ellos—
¡Ostias! ¡Metedura de pata monumental!...Menuda mala suerte toparme con ella...
-¿No jodas que este Dojo pertenece a tu familia? Dije totalmente anonadado, viendo ahora con otros ojos el edificio. -Entonces aquí entrenan los novatos...ya veo...Esa parte yo me la salté. Decía pensativo mientras todavía asimilaba la información que me acababa de brindar la pelimorada. -Entiendo...tu ya sabes karate...
Me parece muy bien que las chicas aprendan danza...tiene que ser muy vistoso verla hacer katas...
La chica se acerco demasiado a mi, y no pude dibujar en mi rostro una sonrisa tonta. Pero cuando invadió mi espacio personal, esa sonrisa desapareció.
—Eres un tipo extraño—
-Hmmm, no es lo peor que me han dicho... Dije nervioso, mientras retrocedí un paso atrás.
Tomó la insignia de llevaba atada a mi cuello y la miró con desdén, para después soltarla con cuidado—que hace preguntas extrañas—
-Esto...bufff... Bufé de puro nerviosismo.
Esta tía está como una cabra...
Y luego ni corta ni perezosa, alzó la mano ¿Y me golpeó en la frente? Cuando hizo aquello, no pude evitar arrugar la frente y cerrar los ojos de manera involuntaria durante un instante.
¿Que mosca le habrá picado a esta?
—Sin ni siquiera presentarse y, eso, es de muy mala educación pequeñajo— esbozó una media sonrisa antes de darse media vuelta y retirarse un poco
-¡Yo-Yoshi! me llamo ¡Yoshimitsu! Exclamé entrecortado, nervioso. Para luego acabar tragando saliva.
—Aunque en esta ocasión lo pasaré por alto, pero ahora las preguntas las hago yo—
Me quedé un poco bloqueado, no estaba acostumbrado a tratar con chicas, pero es que esta tenía un carácter que no esperaba encontrar jamás. Pero claro, después de la metedura de pata...¿Que otra cosa podía hacer?
-Vale...supongo...me da igual... Dudaba de mi respuesta, pero no sabía por qué cojones actuaba así.
—Por cierto. quítate los zapatos si quieres seguir pisando este suelo—
-Vale, vale... Volví a dejar el tronco en el suelo y le hice caso a la chica. - Ya está Comenté una vez satisfice la demanda de la kunoichi cuya familia tenía Dojos...
Debe ser de familia adinerada, por eso es tan rara y frígida
-¿Y ahora que? Pregunté sin saber muy bien como acabaría aquello.
—Hoy el dojo esta abierto al público, mi familia permite que se use el lugar para que el resto de shinobis de Kusagakure puedan entrenar— le informó la chica con tranquilidad mientras se ajustaba los guantes —Los que ves aquí son estudiantes de la Academia, aprenden taijutsu básico... en concreto kárate— explicó Izumi sin entrar en muchos detalles —Así que la respuesta es no, no práctico con ellos—
¡Ostias! ¡Metedura de pata monumental!...Menuda mala suerte toparme con ella...
-¿No jodas que este Dojo pertenece a tu familia? Dije totalmente anonadado, viendo ahora con otros ojos el edificio. -Entonces aquí entrenan los novatos...ya veo...Esa parte yo me la salté. Decía pensativo mientras todavía asimilaba la información que me acababa de brindar la pelimorada. -Entiendo...tu ya sabes karate...
Me parece muy bien que las chicas aprendan danza...tiene que ser muy vistoso verla hacer katas...
La chica se acerco demasiado a mi, y no pude dibujar en mi rostro una sonrisa tonta. Pero cuando invadió mi espacio personal, esa sonrisa desapareció.
—Eres un tipo extraño—
-Hmmm, no es lo peor que me han dicho... Dije nervioso, mientras retrocedí un paso atrás.
Tomó la insignia de llevaba atada a mi cuello y la miró con desdén, para después soltarla con cuidado—que hace preguntas extrañas—
-Esto...bufff... Bufé de puro nerviosismo.
Esta tía está como una cabra...
Y luego ni corta ni perezosa, alzó la mano ¿Y me golpeó en la frente? Cuando hizo aquello, no pude evitar arrugar la frente y cerrar los ojos de manera involuntaria durante un instante.
¿Que mosca le habrá picado a esta?
—Sin ni siquiera presentarse y, eso, es de muy mala educación pequeñajo— esbozó una media sonrisa antes de darse media vuelta y retirarse un poco
-¡Yo-Yoshi! me llamo ¡Yoshimitsu! Exclamé entrecortado, nervioso. Para luego acabar tragando saliva.
—Aunque en esta ocasión lo pasaré por alto, pero ahora las preguntas las hago yo—
Me quedé un poco bloqueado, no estaba acostumbrado a tratar con chicas, pero es que esta tenía un carácter que no esperaba encontrar jamás. Pero claro, después de la metedura de pata...¿Que otra cosa podía hacer?
-Vale...supongo...me da igual... Dudaba de mi respuesta, pero no sabía por qué cojones actuaba así.
—Por cierto. quítate los zapatos si quieres seguir pisando este suelo—
-Vale, vale... Volví a dejar el tronco en el suelo y le hice caso a la chica. - Ya está Comenté una vez satisfice la demanda de la kunoichi cuya familia tenía Dojos...
Debe ser de familia adinerada, por eso es tan rara y frígida
-¿Y ahora que? Pregunté sin saber muy bien como acabaría aquello.