15/01/2017, 09:06
—Oí…oí, estoy bien…estoy bien…gracias por preocuparse— Dijo haze reincorporándose aunque no tuvo la necesidad de hacerlo, Kyubei le ayudo a levantarse a la velocidad del rayo sin dejar de sujetarle las más manos, respondió a las preguntas de kei sin dejar de verle las blanquecinas pupilas al Hyuga—No os he visto perdón…perdon, es justo que te enojes conmigo haze-kun, aún no lo sé Kei-chan, dijeron que harían otra junta esta semana, la verdad es que os he visto y me han entrado ganas, podríamos hacerlo mañana si no es mucho problema. — Espeto sonriente, una sonrisa que a haze le perturbo bastante.
Hazegawa para no ser descortés, le sostuvo las manos en respuesta pero le soltó para ir con su hermano, y codearlo disimuladamente para hablar bajo, tanto que solo el escucharía —¿Es que estás loco?…Kyu-chan esta que le faltan unos cuantos tornillos, ¿no te parece demasiado casual que saliera justo cuando pasamos? — Dijo susurrándole disimuladamente mientras trataba de ocultar aquello con una sonrisa.
Kyubei era una joven de unos quince años de cabellos oscuros lizos que caian más allá de sus hombros, de aspecto bastante angelical pero con un cuerpo completamente plano en cuanto a atributos se refería, pero con una cintura de avispa, en el pasado siempre se había desvivido por el joven hazegawa todo por un gesto que le hizo el Hyuga el primer día que se mudó, Kyubei se caracterizaba por tener manías y una obsesión muy masoquista hacia haze el cual la evitaba a toda costa.
—Esto…ya vamos de salida, Kyu-chan te veremos cuando regresemos— Dijo sin siquiera pensarlo, y cayó en su error, uno garrafal. —Oh, no…le he dicho… ¡que-que le veremos más tarde! —Pensó para luego tragar saliva, — Vamos Kei-chan, que llegamos tarde…— y le empujo disimuladamente con la cintura.
— ¿En serio? …¡Os esperare a ambos entonces! — Espeto Kyu-chan dando un saltito, sonriente.
Hazegawa para no ser descortés, le sostuvo las manos en respuesta pero le soltó para ir con su hermano, y codearlo disimuladamente para hablar bajo, tanto que solo el escucharía —¿Es que estás loco?…Kyu-chan esta que le faltan unos cuantos tornillos, ¿no te parece demasiado casual que saliera justo cuando pasamos? — Dijo susurrándole disimuladamente mientras trataba de ocultar aquello con una sonrisa.
Kyubei era una joven de unos quince años de cabellos oscuros lizos que caian más allá de sus hombros, de aspecto bastante angelical pero con un cuerpo completamente plano en cuanto a atributos se refería, pero con una cintura de avispa, en el pasado siempre se había desvivido por el joven hazegawa todo por un gesto que le hizo el Hyuga el primer día que se mudó, Kyubei se caracterizaba por tener manías y una obsesión muy masoquista hacia haze el cual la evitaba a toda costa.
—Esto…ya vamos de salida, Kyu-chan te veremos cuando regresemos— Dijo sin siquiera pensarlo, y cayó en su error, uno garrafal. —Oh, no…le he dicho… ¡que-que le veremos más tarde! —Pensó para luego tragar saliva, — Vamos Kei-chan, que llegamos tarde…— y le empujo disimuladamente con la cintura.
— ¿En serio? …¡Os esperare a ambos entonces! — Espeto Kyu-chan dando un saltito, sonriente.