15/01/2017, 21:42
Desde el momento de su graduación como Genin, el joven pelirrojo ha duplicado, puede que incluso triplicado su tiempo de entrenamiento y estudio de las artes shinobi. Teniendo una especie de temporada de luna de miel con su bandana, que llevaba en casi todo momento, mientras ayudaba a su padre, mientras salía por cualquier motivo, mientras estudiaba en casa... esa bandana le hacía sentir diferente, como si ahora se tratara de otro Toshio, uno mejor.
Sus padres se sentían orgullosos de el, su hijo era un chico avispado y aunque no muy listo, trabajador. Pero estaban algo preocupados, su tiempo de entrenamiento ya casi superaba las 6 horas diarias, y sumado al tiempo que ayudaba a su padre ya parecía trabajador en exceso.
Es por eso que decidieron enviarle a hacer la compra y a recoger un par de pedidos, Así que le dieron los ryōs necesarios y lo despidieron con prisa alegando que tenía que tomarse al menos un día de descanso.
Vaya, así que me dan trabajo para olvidarme de trabajar tanto... buena esa.
Pensó burlándose mientras se dirigía a su habitación para vestirse y tomar su preciada bandana, no podía salir sin ella. Una vez listo se dirigió con velocidad a la zona comercial.
Bueno, la verdad es que hace un día perfecto... supongo que no sería tan mala idea tomarme en verdad un solo día de descanso.
Se convenció contento mientras caminaba con ambas manos dentro de los bolsillos de sus pantalones y silbaba melodías al azar. estaba seguro de que este sería un dia calmo en el que solo descansaría mientras hacía la compra, sí, lo estaba hasta que empezó a escuchar una risa acercarse a gran velocidad.
-¿¡Pero qué demo....!?-
Se cortó en el instante en que esquivó, por suerto o por instinto, un carro que iba por las calles de la aldea como si de un auténtico bólido se tratara.
¡Este parece ser un caso para mi!
Pensó alegre mientras echaba a correr para atrapar al "conductor" del carro. Ya no se trataba de el, sino de todos los ciudadanos que tuvieron que echarse a un lado como el o fueron injustamente atropellados.
Estuvo algo de tiempo persiguiendo al "malhechor" hasta que este estuvo a punto de atropechar a un chico con una camiseta verde.
-¡Cuidado!-
Exclamó para avisarlo, pero el parecía ser suficientemente ágil y lo esquivó sin necesidad de su aviso. El carro se detuvo a poca distancia de donde se encontraba el chico.
-Alto ahí...- Dijo jadeando, mientras recuperaba el aliento. -¿Por qué demonios has hecho eso?- Concluyó una vez se reincorporó.
Sus padres se sentían orgullosos de el, su hijo era un chico avispado y aunque no muy listo, trabajador. Pero estaban algo preocupados, su tiempo de entrenamiento ya casi superaba las 6 horas diarias, y sumado al tiempo que ayudaba a su padre ya parecía trabajador en exceso.
Es por eso que decidieron enviarle a hacer la compra y a recoger un par de pedidos, Así que le dieron los ryōs necesarios y lo despidieron con prisa alegando que tenía que tomarse al menos un día de descanso.
Vaya, así que me dan trabajo para olvidarme de trabajar tanto... buena esa.
Pensó burlándose mientras se dirigía a su habitación para vestirse y tomar su preciada bandana, no podía salir sin ella. Una vez listo se dirigió con velocidad a la zona comercial.
Bueno, la verdad es que hace un día perfecto... supongo que no sería tan mala idea tomarme en verdad un solo día de descanso.
Se convenció contento mientras caminaba con ambas manos dentro de los bolsillos de sus pantalones y silbaba melodías al azar. estaba seguro de que este sería un dia calmo en el que solo descansaría mientras hacía la compra, sí, lo estaba hasta que empezó a escuchar una risa acercarse a gran velocidad.
-¿¡Pero qué demo....!?-
Se cortó en el instante en que esquivó, por suerto o por instinto, un carro que iba por las calles de la aldea como si de un auténtico bólido se tratara.
¡Este parece ser un caso para mi!
Pensó alegre mientras echaba a correr para atrapar al "conductor" del carro. Ya no se trataba de el, sino de todos los ciudadanos que tuvieron que echarse a un lado como el o fueron injustamente atropellados.
Estuvo algo de tiempo persiguiendo al "malhechor" hasta que este estuvo a punto de atropechar a un chico con una camiseta verde.
-¡Cuidado!-
Exclamó para avisarlo, pero el parecía ser suficientemente ágil y lo esquivó sin necesidad de su aviso. El carro se detuvo a poca distancia de donde se encontraba el chico.
-Alto ahí...- Dijo jadeando, mientras recuperaba el aliento. -¿Por qué demonios has hecho eso?- Concluyó una vez se reincorporó.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.