16/01/2017, 23:51
-Soy de ningún sitio, pero Kenzou-sama me aceptó como Kusagakureño. He sido esclavo durante mucho tiempo, y un shinobi de tu villa me rescató. Como no tenía hogar donde volver...pues me vine para acá...poco más. Por eso no tenía ni puñetera idea de quien es este Dojo, ni ningún otro...¿Entonces eres una chica influyente en Kusagakure? Entonces, yo podría servirte...
El simple apunte que le había dado aquel muchacho sobre su historia, la dejó bastante pensativa. Por una parte le parecía una historia un tanto fantástica, pero por otra veía incapaz a aquel muchacho de hilar una relato como aquel en tan pocas palabras. Así que no le quedaba más remedio que aceptar que el chico decía la verdad y por ende, el mismísimo Kenzou-sama lo había acogido en la aldea. Y ese era un motivo más que suficiente para que Izumi cambiase su perspectiva
"Si el mismísimo Morikage-sama le ha aceptado en la aldea... debe ser por algo" pensó la pelimorada que le dedicó una mirada curiosa "Si, eso debe ser... además yo no soy nadie para poner en duda el juicio de Kenzou-sama" aquello le bastó para convencerse así misma de aceptar a un extranjero en la aldea, si el kage lo había hecho ella lo haría... como debía ser
—En ese caso, debo darte la bienvenida al Dojo Nesutosanshouuo. Propiedad del Clan Sanshōo— explicó la joven con orgullo mientras hacia un ligero ademán con su mano derecha, a modo de invitación —Y yo soy, Sanshōo Izumi. Así que puedes decir que en cierta forma soy influyente, aunque es mi abuela la que ejerce como líder del clan actualmente— informó la pelimorada con tranquilidad —¿Servirme? Si lo que quieres es trabajar para mi familia quizás pueda convencer a la abuela— fue la respuesta de la chica al ofrecimiento —Aunque no puedo prometerte nada, es muy terca—
El simple apunte que le había dado aquel muchacho sobre su historia, la dejó bastante pensativa. Por una parte le parecía una historia un tanto fantástica, pero por otra veía incapaz a aquel muchacho de hilar una relato como aquel en tan pocas palabras. Así que no le quedaba más remedio que aceptar que el chico decía la verdad y por ende, el mismísimo Kenzou-sama lo había acogido en la aldea. Y ese era un motivo más que suficiente para que Izumi cambiase su perspectiva
"Si el mismísimo Morikage-sama le ha aceptado en la aldea... debe ser por algo" pensó la pelimorada que le dedicó una mirada curiosa "Si, eso debe ser... además yo no soy nadie para poner en duda el juicio de Kenzou-sama" aquello le bastó para convencerse así misma de aceptar a un extranjero en la aldea, si el kage lo había hecho ella lo haría... como debía ser
—En ese caso, debo darte la bienvenida al Dojo Nesutosanshouuo. Propiedad del Clan Sanshōo— explicó la joven con orgullo mientras hacia un ligero ademán con su mano derecha, a modo de invitación —Y yo soy, Sanshōo Izumi. Así que puedes decir que en cierta forma soy influyente, aunque es mi abuela la que ejerce como líder del clan actualmente— informó la pelimorada con tranquilidad —¿Servirme? Si lo que quieres es trabajar para mi familia quizás pueda convencer a la abuela— fue la respuesta de la chica al ofrecimiento —Aunque no puedo prometerte nada, es muy terca—