17/01/2017, 05:28
Escuchar la voz alarmada de Keisuke no hacía que haze realmente se preocupara, no se sentía para nada amenazado y mucho menor por un sujeto con una botella rota, percibió el movimiento de su hermano y camino hacia el con las manos aun tras la nuca, frunciendo el ceño mientras lo hacía dado que él nunca había sido muy dado al teatro, era más partidario de accionar su byakugan y partirle las piernas al par de vagabundos, pero su hermano era más dado al drama y al dialogo.
—Oí…oí, es lo que tenemos…somos pobres— Dijo totalmente sobreactuando, sin quitarle un ojo de encima al sujeto de la botella, para bostear después pensando en que quizás se le comenzaba a hacer tarde.
— ¡Dadme todo lo que tengáis cojones! — Espeto en voz alta, amenazándoles con la botella rota mientras el trio conformado por la mujer y los dos niños se ocultaban en el tobogán de colores, asustados por la amenaza si ya le habían quitado el bolso, ¿que más quería de ella?
—Oí…oí, oye tranquilo viejo…— Dijo haze bajando sus manos hacia el sujeto, como si quisiera alejarlo, mentalmente comenzaba a calcular todo, le tomaría una fracción de segundo activar su byakugan y quizás unos veinte segundos dejar fuera de combate al de la botella, ¿pero donde atinarle? Hacía tiempo que quería batirse con alguien fuera de un entrenamiento.
— ¡Date prisa, no venga algún pringao de la pasma y nos pillen! — Espero el segundo sujeto, un poco más nervioso que el que estaba apoderado de la botella rota.
—Oí…oí, es lo que tenemos…somos pobres— Dijo totalmente sobreactuando, sin quitarle un ojo de encima al sujeto de la botella, para bostear después pensando en que quizás se le comenzaba a hacer tarde.
— ¡Dadme todo lo que tengáis cojones! — Espeto en voz alta, amenazándoles con la botella rota mientras el trio conformado por la mujer y los dos niños se ocultaban en el tobogán de colores, asustados por la amenaza si ya le habían quitado el bolso, ¿que más quería de ella?
—Oí…oí, oye tranquilo viejo…— Dijo haze bajando sus manos hacia el sujeto, como si quisiera alejarlo, mentalmente comenzaba a calcular todo, le tomaría una fracción de segundo activar su byakugan y quizás unos veinte segundos dejar fuera de combate al de la botella, ¿pero donde atinarle? Hacía tiempo que quería batirse con alguien fuera de un entrenamiento.
— ¡Date prisa, no venga algún pringao de la pasma y nos pillen! — Espero el segundo sujeto, un poco más nervioso que el que estaba apoderado de la botella rota.