17/01/2017, 22:13
—Ese me parece un buen motivo, he de reconocer que me ha resultado totalmente inesperado—
Sonreí ante aquello con orgullo, la verdad que formar parte de Kusagakure fue para mi una oportunidad buenísima, y no quería desaprovechar aquello pasando desapercibido.
-Ya te digo si es buen motivo. Ahora estoy viviendo en la granja que hay en los lindes de Kusagakure, trabajo y vivo allí. Dije pensativo mientras dirigía la mirada al gran Dojo. -Pero como entenderás, no quiero ser un granjero toda mi vida... Quiero ser un guerrero legendario. Quiero que cuando nuestros enemigos oigan mi nombre, tiemblen, quiero cuando cuando los demás países oigan Kusagakure nos teman. Terminé mi discurso con un estrepitoso crujido de nudillos.
Y claro, no todo podía ser bonito. De momento Izumi-sama me comentó que no era posible ir a ver a su abuela, el caso era que precisamente estaba escabulléndose de ella.
Que cosas...como todo, unos quieren los que otros no...ironías...
Me encogí de hombros y me atreví a darle un consejo a la nieta del clan Sanshōo. -Si me permites...Izumi-sama. Si algo aprendí en mis cuatro años de esclavitud es que huir nunca era buena idea...suponiendo que tu abuela sea una persona poderosa...que algo me dice que así es...si quieres, y como te dije antes, te puedo ayudar en lo que desees. Me ofrecí por segunda vez, y todas las veces que hiciera falta. -Puedes contar conmigo para lo que sea, tu o cualquiera de tu familia, da igual lo que sea o cuando sea. Como te dije, vivo en la granja de Ayaka a las afueras.
Supuse que Izumi-sama estaba tratando de rehuir de algún quehacer familiar, solo esperaba ganarme su confianza y que me dijera de que se trataba, en el fondo, fuera lo que fuera, le ayudaría.
-Si te mandó algo tu abuela, yo te puedo ayudar...
Sonreí ante aquello con orgullo, la verdad que formar parte de Kusagakure fue para mi una oportunidad buenísima, y no quería desaprovechar aquello pasando desapercibido.
-Ya te digo si es buen motivo. Ahora estoy viviendo en la granja que hay en los lindes de Kusagakure, trabajo y vivo allí. Dije pensativo mientras dirigía la mirada al gran Dojo. -Pero como entenderás, no quiero ser un granjero toda mi vida... Quiero ser un guerrero legendario. Quiero que cuando nuestros enemigos oigan mi nombre, tiemblen, quiero cuando cuando los demás países oigan Kusagakure nos teman. Terminé mi discurso con un estrepitoso crujido de nudillos.
Y claro, no todo podía ser bonito. De momento Izumi-sama me comentó que no era posible ir a ver a su abuela, el caso era que precisamente estaba escabulléndose de ella.
Que cosas...como todo, unos quieren los que otros no...ironías...
Me encogí de hombros y me atreví a darle un consejo a la nieta del clan Sanshōo. -Si me permites...Izumi-sama. Si algo aprendí en mis cuatro años de esclavitud es que huir nunca era buena idea...suponiendo que tu abuela sea una persona poderosa...que algo me dice que así es...si quieres, y como te dije antes, te puedo ayudar en lo que desees. Me ofrecí por segunda vez, y todas las veces que hiciera falta. -Puedes contar conmigo para lo que sea, tu o cualquiera de tu familia, da igual lo que sea o cuando sea. Como te dije, vivo en la granja de Ayaka a las afueras.
Supuse que Izumi-sama estaba tratando de rehuir de algún quehacer familiar, solo esperaba ganarme su confianza y que me dijera de que se trataba, en el fondo, fuera lo que fuera, le ayudaría.
-Si te mandó algo tu abuela, yo te puedo ayudar...