19/01/2017, 01:19
Hazegawa se entorno hacia la pizzería ya cerrada, y se pegó del vidrio que exterior del local buscando ver el interior del sitio, pasándole la manita para poder ver con mayor claridad, podría haber usado su dojutsu para ver sin necesidad de tal cosa, pero no lo consideraba importante, mientras observaba escucho la pregunta del joven al que confundió con una chica, acto reflejo se giró hacia el haciendo observándole como si la pregunta hubiese sido bastante extraña y de hecho, eso le había parecido.
Desde pequeño sabía que aquello que lo hacía especial era lago que heredaban, en aquel momento no sabía cómo ni cuándo, pero si sabía que había otros como el regados por Onindo, pero a medida que fue creciendo conoció a otros Hyuga, de hecho de no ser así no habría aprendido el puño suave, pero no quiso ser grosero con el chico, apenas le conocía.
—Oí…oí, Deberías salir un poc…quizás seamos primos, ¿no eres tú el hijo de paco? — Pregunto, observándole fijamente meciéndose el mentón, descartando la idea ya que paco que si bien era un mote que poseía uno de los instructores de juuten más conocidos en la aldea, tenía un hijo ya mayorcito y no coincidía con la descripción.
—Ehm, si pero hoy todos han pirado a sus casas temprano e iba a casa cuando os vi cotillear frente a la pizzeria.— Agrego haciendo un gesto con las manos restandole importancia al asunto.
—Soy Hyuga Hazegawa, un placer…conocerles. — Dijo esbozando una sonrisa— ¿Os importa si os acompaño? Me gustaría conocer un poco más a mi primo, mira que estos ojazos no los tiene todo mundo, y así acompaño a Kei-chan que suele liarla a veces. — Dijo esbozando una sonrisa, colocándose bajo el toldo de la pizzeria, no quería terminar empapado porque a pesar de vivir en Amegakure no le gustaba ir empapado por ahí, respondió con una leve reverencia a la presentación de ayame —Deberías probar el Tarako, eso si es de otro mundo. — Dijo sonriente, para soltar un leve bostezo y mirar al trio.
Desde pequeño sabía que aquello que lo hacía especial era lago que heredaban, en aquel momento no sabía cómo ni cuándo, pero si sabía que había otros como el regados por Onindo, pero a medida que fue creciendo conoció a otros Hyuga, de hecho de no ser así no habría aprendido el puño suave, pero no quiso ser grosero con el chico, apenas le conocía.
—Oí…oí, Deberías salir un poc…quizás seamos primos, ¿no eres tú el hijo de paco? — Pregunto, observándole fijamente meciéndose el mentón, descartando la idea ya que paco que si bien era un mote que poseía uno de los instructores de juuten más conocidos en la aldea, tenía un hijo ya mayorcito y no coincidía con la descripción.
—Ehm, si pero hoy todos han pirado a sus casas temprano e iba a casa cuando os vi cotillear frente a la pizzeria.— Agrego haciendo un gesto con las manos restandole importancia al asunto.
—Soy Hyuga Hazegawa, un placer…conocerles. — Dijo esbozando una sonrisa— ¿Os importa si os acompaño? Me gustaría conocer un poco más a mi primo, mira que estos ojazos no los tiene todo mundo, y así acompaño a Kei-chan que suele liarla a veces. — Dijo esbozando una sonrisa, colocándose bajo el toldo de la pizzeria, no quería terminar empapado porque a pesar de vivir en Amegakure no le gustaba ir empapado por ahí, respondió con una leve reverencia a la presentación de ayame —Deberías probar el Tarako, eso si es de otro mundo. — Dijo sonriente, para soltar un leve bostezo y mirar al trio.