22/01/2017, 06:14
El tiempo pasaba y no lograba dar con aquel vándalo, simplemente quería encontrarle rápidamente antes de que se escapara de nosotros, pero ¿dónde podría estar?
A pesar de que el clima estaba bastante fresco y que mi cuerpo se protegía de la lluvia por el techo del parque, mi piel empezaba a sudar y la respiraciones más profundas. Finalmente logré ver como el Hyuuga se acercaba. -¿Por dónde?- Fue lo único que pregunté esperando la información.
-Lo tengo.- Bastó con que me señalara el lugar para que mi cuerpo saliera disparado en aquella dirección, incluso los gránulos de arena se podrían ver caer tras mi marcha. Al encontrarme con la situación tan embarazosa de aquel sujeto, me dio un poco de pena y lástima, más, no era lo suficiente para hacerme olvidar lo que hace poco ocurrió.
-Cobarde.- Dije bastante molesto, y entonces le agarré de las piernas para extraer su cuerpo de aquel contorno plástico, sin embargo, cuando estuvo totalmente fuera del tobogán pude ver aquella expresión de miedo, su cuerpo temblaba un poco y miraba fijamente mis manos como quien esperaba una paliza.
Aunque él no había hecho nada, que mi persona hubiera visto, era su cómplice y todos necesitaban un castigo, porque si no seguirían haciendo lo mismo. -O me das toda tu ropa o te estampo este puño en toda la cara, y cuando digo toda es absolutamente toda.- Dije en tono autoritario mientras le mostraba mi puño diestro con energía. -Y sí intentas huir no tendré compasión.- Amenacé nuevamente mientras tronaba mis dedos.
Tras unos breve segundos tendría toda su ropa en mi posesión, dejarlo desnudo en medio de un parque infantil, en una ciudad que nunca deja de llover y pare usted de contar características negativas de la situación debería ser más que suficiente. -Anda vete, das pena, espero no verte de nuevo.- Manifesté mientras esperaba a que se marchara, observé como se iba corriendo y entonces volví a donde se suponía que estaba Haze, pero ahí no se encontraba y luego caí en cuenta.
¿Qué pasó con el sujeto de la botella rota? Corrí nuevamente a dónde se suponía que él estaría y como me imaginaba, no estaba, lo único que descubrí fueron mis agujas manchadas de sangre y un camino de gotas que podría llevarme su paradero, pero era incontinuo y mayor era mi hambre.
”Seguro que te fuiste al mercado” Pensé suspirando, relamí mis labios para luego crear una tensión en mi mandíbula, tiré la ropa ahí mismo y caminé en dirección al mercado. ” La próxima vez le amarraré con el hilo para que no escape” Pensé como estrategia.
En breves minutos estuve en la salida del parque y volví a cubrir mi cabeza con mi capucha. -Pensé que estarías comiendo ya…- Tomé la delantera. -¿Por qué dejaste que se escapara el otro?- Pregunté sin esperar mucho tiempo, estaba ansioso por conocer la respuesta.
Tras esperar sus palabras dije. -Imagino que comeremos primero, muero del hambre.- Me detuve en la puerta del mercado mayorista. -Por cierto, ¿a qué hora es tu cita?- Pregunté más que todo para saber sí tendría que hacer las compras sólo.
A pesar de que el clima estaba bastante fresco y que mi cuerpo se protegía de la lluvia por el techo del parque, mi piel empezaba a sudar y la respiraciones más profundas. Finalmente logré ver como el Hyuuga se acercaba. -¿Por dónde?- Fue lo único que pregunté esperando la información.
-Lo tengo.- Bastó con que me señalara el lugar para que mi cuerpo saliera disparado en aquella dirección, incluso los gránulos de arena se podrían ver caer tras mi marcha. Al encontrarme con la situación tan embarazosa de aquel sujeto, me dio un poco de pena y lástima, más, no era lo suficiente para hacerme olvidar lo que hace poco ocurrió.
-Cobarde.- Dije bastante molesto, y entonces le agarré de las piernas para extraer su cuerpo de aquel contorno plástico, sin embargo, cuando estuvo totalmente fuera del tobogán pude ver aquella expresión de miedo, su cuerpo temblaba un poco y miraba fijamente mis manos como quien esperaba una paliza.
Aunque él no había hecho nada, que mi persona hubiera visto, era su cómplice y todos necesitaban un castigo, porque si no seguirían haciendo lo mismo. -O me das toda tu ropa o te estampo este puño en toda la cara, y cuando digo toda es absolutamente toda.- Dije en tono autoritario mientras le mostraba mi puño diestro con energía. -Y sí intentas huir no tendré compasión.- Amenacé nuevamente mientras tronaba mis dedos.
Tras unos breve segundos tendría toda su ropa en mi posesión, dejarlo desnudo en medio de un parque infantil, en una ciudad que nunca deja de llover y pare usted de contar características negativas de la situación debería ser más que suficiente. -Anda vete, das pena, espero no verte de nuevo.- Manifesté mientras esperaba a que se marchara, observé como se iba corriendo y entonces volví a donde se suponía que estaba Haze, pero ahí no se encontraba y luego caí en cuenta.
¿Qué pasó con el sujeto de la botella rota? Corrí nuevamente a dónde se suponía que él estaría y como me imaginaba, no estaba, lo único que descubrí fueron mis agujas manchadas de sangre y un camino de gotas que podría llevarme su paradero, pero era incontinuo y mayor era mi hambre.
”Seguro que te fuiste al mercado” Pensé suspirando, relamí mis labios para luego crear una tensión en mi mandíbula, tiré la ropa ahí mismo y caminé en dirección al mercado. ” La próxima vez le amarraré con el hilo para que no escape” Pensé como estrategia.
En breves minutos estuve en la salida del parque y volví a cubrir mi cabeza con mi capucha. -Pensé que estarías comiendo ya…- Tomé la delantera. -¿Por qué dejaste que se escapara el otro?- Pregunté sin esperar mucho tiempo, estaba ansioso por conocer la respuesta.
Tras esperar sus palabras dije. -Imagino que comeremos primero, muero del hambre.- Me detuve en la puerta del mercado mayorista. -Por cierto, ¿a qué hora es tu cita?- Pregunté más que todo para saber sí tendría que hacer las compras sólo.