8/06/2015, 12:59
-Oh! no digas eso Zuka, la vida a veces da tantas vueltas. Contesté a su comentario, Zukamane no quería luchar contra "hermanos" era una postura muy loable, pero sabía que él en el fondo, también sabía que por algún motivo u otro, pelearíamos.
-Yo me refería si se diera el caso de un combate amistoso de entrenamiento, o incluso alguna prueba para ascender de rango o algo así. Es cierto que acabamos de graduarnos como quién dice, pero algún día tendremos que llegar a chunin ¿no?
"O incluso mucho más allá"
-Si algún día luchamos, seré cauto contigo. Y eso que me gusta ser agresivo en los combates jaja. Es una manera rara de decirte que te aprecio "hermano" Sonreí.
Luego transcurrió una curiosa conversación, Zuka se puso a clasificar y a diferenciar las posibilidades de pelear contra ciertos tipos de animales gigantes. Tigres, serpientes, estaba claro que no tenía nada que ver con una hormiga. Pero es que la hormiga era grande no, lo siguiente. No sabía que pensar de la serpiente, pero un tigre se que se les da muy bien acechar y si te embosca un tigre normal se que puedes empezar a rezar, uno gigante sería una muerte asegurada. La única manera de abatir una bestia enorme, es sin duda, atacar por sorpresa.
-La lógica me dice que tienes toda razón. Pero en una situación en la que no te queda más remedio que pelear por tu vida, esas cuestiones quedan en segundo plano, hay veces que huir no es una opción a considerar. En mitad de un lugar inhóspito, hábitat natural de grandes bestias, muy pocos pueden darse el lujo de evadir una bestia que acostumbra a rastrear a sus presas a kilómetros de distancia.
De todos modos, cuando le informé que mi intención era visitar Notsuba, capital del país de la Tierra, un lugar civilizado en donde residía el Señor Feudal le pareció una idea más que aceptable. -Pues no se hable más, tenemos que organizarnos para ir hacía allá, y si alguien más se quiere venir, pues bienvenido sea. Cuantos más seamos, más divertido será ¿No crees?
Finalmente llegó el regente del local, nos sirvió nuestra comanda sin perder tiempo, y siguió atendiendo a los demás clientes con rigor. Sin duda sabía atender debidamente a sus clientes, ninguno podría tener queja de su impecable servicio. Nadie quedaba desatendido, todos consumían sus deliciosos tés con satisfacción.
-Muchas gracias. Respondí al unísono con Zukamane antes de que se marchara.
Zukamane tomó la tetera que contenía su té verde y yo cogí la tetera oscura que contenía mi té rojo y al igual que él, me serví en mi taza. Dejé que se aireara el té debidamente y de mientras, comencé por tomar un palillo de dangos y dar cuenta de ellos.
-Hmm deliciosos. Dije con la boca llena.
-Yo me refería si se diera el caso de un combate amistoso de entrenamiento, o incluso alguna prueba para ascender de rango o algo así. Es cierto que acabamos de graduarnos como quién dice, pero algún día tendremos que llegar a chunin ¿no?
"O incluso mucho más allá"
-Si algún día luchamos, seré cauto contigo. Y eso que me gusta ser agresivo en los combates jaja. Es una manera rara de decirte que te aprecio "hermano" Sonreí.
Luego transcurrió una curiosa conversación, Zuka se puso a clasificar y a diferenciar las posibilidades de pelear contra ciertos tipos de animales gigantes. Tigres, serpientes, estaba claro que no tenía nada que ver con una hormiga. Pero es que la hormiga era grande no, lo siguiente. No sabía que pensar de la serpiente, pero un tigre se que se les da muy bien acechar y si te embosca un tigre normal se que puedes empezar a rezar, uno gigante sería una muerte asegurada. La única manera de abatir una bestia enorme, es sin duda, atacar por sorpresa.
-La lógica me dice que tienes toda razón. Pero en una situación en la que no te queda más remedio que pelear por tu vida, esas cuestiones quedan en segundo plano, hay veces que huir no es una opción a considerar. En mitad de un lugar inhóspito, hábitat natural de grandes bestias, muy pocos pueden darse el lujo de evadir una bestia que acostumbra a rastrear a sus presas a kilómetros de distancia.
De todos modos, cuando le informé que mi intención era visitar Notsuba, capital del país de la Tierra, un lugar civilizado en donde residía el Señor Feudal le pareció una idea más que aceptable. -Pues no se hable más, tenemos que organizarnos para ir hacía allá, y si alguien más se quiere venir, pues bienvenido sea. Cuantos más seamos, más divertido será ¿No crees?
Finalmente llegó el regente del local, nos sirvió nuestra comanda sin perder tiempo, y siguió atendiendo a los demás clientes con rigor. Sin duda sabía atender debidamente a sus clientes, ninguno podría tener queja de su impecable servicio. Nadie quedaba desatendido, todos consumían sus deliciosos tés con satisfacción.
-Muchas gracias. Respondí al unísono con Zukamane antes de que se marchara.
Zukamane tomó la tetera que contenía su té verde y yo cogí la tetera oscura que contenía mi té rojo y al igual que él, me serví en mi taza. Dejé que se aireara el té debidamente y de mientras, comencé por tomar un palillo de dangos y dar cuenta de ellos.
-Hmm deliciosos. Dije con la boca llena.