25/01/2017, 20:06
Izumi había conseguido que el chico se deshiciese de aquel pesado tronco y pusiese rumbo junto a ella hacia la Torre de Ocio, todo parecía ir bien para sus intereses aunque le preocupaba cruzarse con algún trabajador de su familia. Para evitar tal suceso, la joven había escogido el camino largo hacia la Torre, rodeando toda la zona de dojos y campos de entrenamiento para después cruzar una de las zonas boscosas que lindaba con el precipicio que actuaba a modo de muralla para la Aldea.
"Cuanto más lejos de los dojos, menos gente hay" observó la joven del gorro verde mientras se iban alejando de las edificaciones y adentrándose en la zona de los campos de entrenamiento, donde podía verse entrenar a apenas un puñado de shinobis bastante dispersos
¿A la torre del ocio? ¿Que tenéis ganas de ir de compras Señorita Izumi-sama? se notaba que el chico trataba de caer en gracia a la Sanshōo, ella estaba acostumbrada a esas tácticas, al fin y al cabo muchos trataban de llegar hasta su abuela a través de ella
—No especialmente— respondió la joven mientras tomaba un giro del camino hacia la izquierda, que los alejaba un poco más de la zona de entrenamiento y los comenzaba a internar en el bosque —pero con un poco de suerte nadie me encontrará allí—
"Si consigo llegar hasta Happītokage sin que me vean, podré pasar allí todo lo que resta de día sin problemas... tenía que haberlo pensado antes" la chica casi se maldecía así misma por no haber caído antes, con la de tiempo que hacía que no iba allí.
—Bueno Yoshi, ¿a ti también te han asignado a un equipo?— la joven quiso llevar la conversación a algo diferente, pero que a la vez fuese familiar a ambos —A mí me han incluido en uno, aunque ni siquiera sé quiénes son mis compañeros— divagó la joven cuya euforia de formar equipo con otros había decayendo poco a poco, aunque la posibilidad de conocer a Kenzou-sama en persona mantenía viva la llama de la ilusión
"Cuanto más lejos de los dojos, menos gente hay" observó la joven del gorro verde mientras se iban alejando de las edificaciones y adentrándose en la zona de los campos de entrenamiento, donde podía verse entrenar a apenas un puñado de shinobis bastante dispersos
¿A la torre del ocio? ¿Que tenéis ganas de ir de compras Señorita Izumi-sama? se notaba que el chico trataba de caer en gracia a la Sanshōo, ella estaba acostumbrada a esas tácticas, al fin y al cabo muchos trataban de llegar hasta su abuela a través de ella
—No especialmente— respondió la joven mientras tomaba un giro del camino hacia la izquierda, que los alejaba un poco más de la zona de entrenamiento y los comenzaba a internar en el bosque —pero con un poco de suerte nadie me encontrará allí—
"Si consigo llegar hasta Happītokage sin que me vean, podré pasar allí todo lo que resta de día sin problemas... tenía que haberlo pensado antes" la chica casi se maldecía así misma por no haber caído antes, con la de tiempo que hacía que no iba allí.
—Bueno Yoshi, ¿a ti también te han asignado a un equipo?— la joven quiso llevar la conversación a algo diferente, pero que a la vez fuese familiar a ambos —A mí me han incluido en uno, aunque ni siquiera sé quiénes son mis compañeros— divagó la joven cuya euforia de formar equipo con otros había decayendo poco a poco, aunque la posibilidad de conocer a Kenzou-sama en persona mantenía viva la llama de la ilusión