26/01/2017, 07:18
Y allí estaba la líder de la aldea, de pie justo delante del ventanal por el que podía observar buena parte de la aldea, imponente sin siquiera hacer nada para lograrlo, ¿o era porque Noemi estaba nerviosa? Quién sabe, la cuestión era que tenía que mantener la compostura mientras estuviese frente a ella o seguramente pasaría a pensar que la rubia era una inútil que duraría muy poco en el oficio.
De cualquier manera, la pelirroja afirmó tener una buena tarea para la novata que se acercó un poco más al escritorio para poder tomar el pergamino que le tendieron.
Con la misma delicadeza con la que Shiona lo había entregado, Noemi lo tomó y desenrolló para leer lo que este ponía, no sin antes escuchar las palabras de su líder, obviamente.
—Entiendo. —Respondió cuando terminaba de leer el contenido. —Lo haré lo mejor posible. —Afirmó con una cordial sonrisa mientras volvía a enrollar el pergamino y guardarlo en su portaobjetos.
«Espero que solo esté deteriorado y no destrozado. Y que no tenga mascotas o críos molestos. »Pensó la kunoichi por un instante.
—Le agradezco su tiempo Uzukage-sama. —Comentó dedicándole una ligera reverencia a su líder. —Que tenga un buen día. —Y tras despedirse con un tono neutro, la kunoichi se dirigió a la puerta.
Si nada la detenía se retiraría del edificio en busca del mencionado lugar, la casa de Tamako que seguramente sería fácil de reconocer por el asunto del vallado, a no ser… Que todas las casas de esa calle estén en igualdad de condiciones, allí se complicará para la rubia el encontrar la casa correcta. «Por lo menos no tengo que limpiar baños. »
De cualquier manera, la pelirroja afirmó tener una buena tarea para la novata que se acercó un poco más al escritorio para poder tomar el pergamino que le tendieron.
Con la misma delicadeza con la que Shiona lo había entregado, Noemi lo tomó y desenrolló para leer lo que este ponía, no sin antes escuchar las palabras de su líder, obviamente.
—Entiendo. —Respondió cuando terminaba de leer el contenido. —Lo haré lo mejor posible. —Afirmó con una cordial sonrisa mientras volvía a enrollar el pergamino y guardarlo en su portaobjetos.
«Espero que solo esté deteriorado y no destrozado. Y que no tenga mascotas o críos molestos. »Pensó la kunoichi por un instante.
—Le agradezco su tiempo Uzukage-sama. —Comentó dedicándole una ligera reverencia a su líder. —Que tenga un buen día. —Y tras despedirse con un tono neutro, la kunoichi se dirigió a la puerta.
Si nada la detenía se retiraría del edificio en busca del mencionado lugar, la casa de Tamako que seguramente sería fácil de reconocer por el asunto del vallado, a no ser… Que todas las casas de esa calle estén en igualdad de condiciones, allí se complicará para la rubia el encontrar la casa correcta. «Por lo menos no tengo que limpiar baños. »