26/01/2017, 21:00
Hazegawa había comido más de la mitad de su plato, dando sorbos a su bebida entre cada engullida, escuchando lo que tenía que decir al menos sobre kyosuke, el ojiblanco no pudo evitar fruncir el ceño, cosa que no era muy típica de su carácter. —Hace ya un par de meses que no entreno con Kyosuke-sama, la ultima vez bajo su guardia demasiado y le atine un trigrama de 16 palmas en el pecho, me siento culpable si…— Dio un sorbo a su bebida.
—Pero quizás se ha puesto viejo— Dijo riendo levemente, observando de tanto en tanto a la regordeta mujer que siempre les servía sus platos, saludándole con la manita sonriente.
En aquel momento, la cortina de la entrada se precipito dejando entrar a un grupo modesto de unas cuatro señoras de edad, entre unos treinta y cuarenta años, cotilleando entre si hasta que tomaron un menú y pidieron sus respectivas ordenes para llevar.
—Por todas las estrellas, ya no hay pudor en esta ciudad…sujetos corriendo desnudos por el parche, y pare usted de contar. — Expreso una de aquellas mujeres cuyo aspecto era curvilíneo y cabellos color castaños hasta la cintura, con un atuendo claramente que la identificaba como una oficinista, el atuendo era de color marrón al igual que a las otras mujeres que habían ingresado.
Haze no puedo evitar ante el comentario codear a Kei-chan, después de todo el era el responsable directamente de aquello, prosiguió con su comida hasta que la pregunta surco el aire.
—El orfanato, me gustaría saber que es de la vida de los que se quedaron allí…— Dijo con un tono bastante serio, terminando su plato y dejando el mismo limpio como una patena. — Nada más me gustaría que ver a Nisharis-sama, era una adolecente cuando nos fuimos…supongo seguirá trabajando allí, como siempre. — Dijo haciendo un ademan con la mano.
—Pero quizás se ha puesto viejo— Dijo riendo levemente, observando de tanto en tanto a la regordeta mujer que siempre les servía sus platos, saludándole con la manita sonriente.
En aquel momento, la cortina de la entrada se precipito dejando entrar a un grupo modesto de unas cuatro señoras de edad, entre unos treinta y cuarenta años, cotilleando entre si hasta que tomaron un menú y pidieron sus respectivas ordenes para llevar.
—Por todas las estrellas, ya no hay pudor en esta ciudad…sujetos corriendo desnudos por el parche, y pare usted de contar. — Expreso una de aquellas mujeres cuyo aspecto era curvilíneo y cabellos color castaños hasta la cintura, con un atuendo claramente que la identificaba como una oficinista, el atuendo era de color marrón al igual que a las otras mujeres que habían ingresado.
Haze no puedo evitar ante el comentario codear a Kei-chan, después de todo el era el responsable directamente de aquello, prosiguió con su comida hasta que la pregunta surco el aire.
—El orfanato, me gustaría saber que es de la vida de los que se quedaron allí…— Dijo con un tono bastante serio, terminando su plato y dejando el mismo limpio como una patena. — Nada más me gustaría que ver a Nisharis-sama, era una adolecente cuando nos fuimos…supongo seguirá trabajando allí, como siempre. — Dijo haciendo un ademan con la mano.