28/01/2017, 00:40
A paso lento pero seguro el joven ojiblanco, se encaminaba por la orilla del lago de la gran amegakure con las manos en los bolsillos, por algún motivo habría sido citado por sus amigotes en el lago, sin citar un motivo aparente le instaban a estar ahí a una hora y lugar específicos, cerca de los botes, Haze pensó que quizás irían a explorar o simplemente a pescar algo en el lago, aunque tal cosa nunca le había llamado la atención.
—¿Oí, oí…que pesados, hacerme salir un viernes…debería estar en casa leyendo la Jomp— Dijo mientras se encaminaba al pequeño embarcadero a paso lento, agachándose para tomar una roquilla del suelo y lanzarla al agua de forma que esta fuera rebotando en el agua hasta alejarse.
Haze alcanzo a observar el cielo un momento con el agua cayéndole en el rostro, aunque no tardo mucho en adentrarse en el pequeño embarcadero al menos a refugiarse de la lluvia, tomando asiento en un banco de esos de madera que son para varias personas, el sitio estaba bastante solo y apenas unos cuantos pescadores iban y venían, Haze había llegado una media hora antes solo para que no le sorprendieran, y de allí le tocaría esperar.
Hasta que se dignaran a aparecer, observo a los lados y no encontró nada mas que personas bajando el pescado de las barcazas y otros con uno que otros paraguas abordando las mismas para viajar al otro lado quizás, aquello de los paseos en el lago era todo un negocio.
—¿Oí, oí…que pesados, hacerme salir un viernes…debería estar en casa leyendo la Jomp— Dijo mientras se encaminaba al pequeño embarcadero a paso lento, agachándose para tomar una roquilla del suelo y lanzarla al agua de forma que esta fuera rebotando en el agua hasta alejarse.
Haze alcanzo a observar el cielo un momento con el agua cayéndole en el rostro, aunque no tardo mucho en adentrarse en el pequeño embarcadero al menos a refugiarse de la lluvia, tomando asiento en un banco de esos de madera que son para varias personas, el sitio estaba bastante solo y apenas unos cuantos pescadores iban y venían, Haze había llegado una media hora antes solo para que no le sorprendieran, y de allí le tocaría esperar.
Hasta que se dignaran a aparecer, observo a los lados y no encontró nada mas que personas bajando el pescado de las barcazas y otros con uno que otros paraguas abordando las mismas para viajar al otro lado quizás, aquello de los paseos en el lago era todo un negocio.