29/01/2017, 21:24
Hazegawa soltó un leve bufido, observando a su hermano enarcando una ceja al escuchar aquello sobre kyosuke, Kei-chan le tenía en demasiada estima por el mero hecho de sacarle del orfanato y era normal, pero Haze le conocía mejor y sabia que tan equivocado podría estar.
— ¿Le tienes en demasiada estima eh? — Dijo terminándose su plato y observo el menú, en la sección de postres, se fijo en lo que había y en lo que podría llevar a casa al menos ese día no seria para él, pensó que sería un buen gesto llevarle algo a kyu-chan como agradecimiento si iba a entrenar con ellos.
—Dadme un…un dulce de estos por favor, el de fresas. — Dijo señalando el nombre en el menú, el cual estaba en la barra. —Sera un buen gesto para Kyu-chan, te encargo que se lo entregues… ¿podrías? —Dijo sonriente, observándole ladeando la cabeza— Se que me voy a arrepentir de esto…y mucho. —Pensó fugazmente, soltando un suspiro.
—Deberíamos llevar la ropa que no utilicemos, y cosas de ese estilo…mantas y juguetes, recuerdo que cuando estábamos ahí, no teníamos mucho. — Dijo pagando su plato y el postre, tronándose el cuello para ponerse de pie.
— Son doscientos ryos— Escucho decir Haze, a la dependienta del localcito, el ojiblanco espero mientras le envolvían el postre y espero a Kei-chan para marchar, — Aun quedan algunas horas, nos dará tiempo. —Dijo confianzudo.
— ¿Le tienes en demasiada estima eh? — Dijo terminándose su plato y observo el menú, en la sección de postres, se fijo en lo que había y en lo que podría llevar a casa al menos ese día no seria para él, pensó que sería un buen gesto llevarle algo a kyu-chan como agradecimiento si iba a entrenar con ellos.
—Dadme un…un dulce de estos por favor, el de fresas. — Dijo señalando el nombre en el menú, el cual estaba en la barra. —Sera un buen gesto para Kyu-chan, te encargo que se lo entregues… ¿podrías? —Dijo sonriente, observándole ladeando la cabeza— Se que me voy a arrepentir de esto…y mucho. —Pensó fugazmente, soltando un suspiro.
—Deberíamos llevar la ropa que no utilicemos, y cosas de ese estilo…mantas y juguetes, recuerdo que cuando estábamos ahí, no teníamos mucho. — Dijo pagando su plato y el postre, tronándose el cuello para ponerse de pie.
— Son doscientos ryos— Escucho decir Haze, a la dependienta del localcito, el ojiblanco espero mientras le envolvían el postre y espero a Kei-chan para marchar, — Aun quedan algunas horas, nos dará tiempo. —Dijo confianzudo.