29/01/2017, 22:04
El sonido de algo metálico y armonioso llamó la atención de los hermanos como lo harían algo brillante a los gatos. Dato curioso es que la fuente estaría colgando de la cabellera rojiza de una muchacha, muchacha que a decir por el símbolo en la cintura se trataba de una kunoichi de Kusagakure. Había algo raro en su aspecto, pero en las condiciones en las que ellos se encontraban no estaban para ponerse a juzgar.
—Oh, hola. Tienes razón, no somos de por aquí— Dijo la muchacha sin piernas con una jovialidad y una sonrisa casi exageradas —Puedo ver que tú si eres de por acá, al menos de este País.— Aseveró, puede que ella ya no estuviera en condición pero reconocía una bandana ninja aquí y en la china.
—Hermana, no tenemos que perder el tiempo— Interrumpió de pronto el tuerto.
—No seas un pesado, Kagetsuna— Le reprendió —Discúlpalo por favor, mi nombre es Hangaku y él es mi hermano menor— Indicó señalándole con la mano.
El muchacho no iba a presentar queja ante un regaño de su hermana, así que cómo le había presentado decidió alzar la mano para saludar con el mismo gesto que la kunoichi de Kusa había usado previamente.
—Hola— Espetó sin la más mínima muestra de emoción.
Cuando se trataba de hablar con alguien más, prefería dejar que su hermana fuera la que estableciera las relaciones sociales. Aunque en ocasiones terminaba siendo muy parlanchina.
—Oh, hola. Tienes razón, no somos de por aquí— Dijo la muchacha sin piernas con una jovialidad y una sonrisa casi exageradas —Puedo ver que tú si eres de por acá, al menos de este País.— Aseveró, puede que ella ya no estuviera en condición pero reconocía una bandana ninja aquí y en la china.
—Hermana, no tenemos que perder el tiempo— Interrumpió de pronto el tuerto.
—No seas un pesado, Kagetsuna— Le reprendió —Discúlpalo por favor, mi nombre es Hangaku y él es mi hermano menor— Indicó señalándole con la mano.
El muchacho no iba a presentar queja ante un regaño de su hermana, así que cómo le había presentado decidió alzar la mano para saludar con el mismo gesto que la kunoichi de Kusa había usado previamente.
—Hola— Espetó sin la más mínima muestra de emoción.
Cuando se trataba de hablar con alguien más, prefería dejar que su hermana fuera la que estableciera las relaciones sociales. Aunque en ocasiones terminaba siendo muy parlanchina.