6/02/2017, 12:23
¡Hostias! Ya me he vuelto a liar... Fue escuchar la palabra "pelea" y ya mi mente me jugó una mala pasada, el muchacho lo que quería era "no pelear" Y bueno, me pareció algo inteligente por su parte.
Y claro, vivíamos en un mundo en el que equivocarse era delito o algo así, por que Franco se puso fino y saltó en defensa del otro muchachito. Se notaba que el rubiales o era muy idiota o tenía unos cojonazos como melones...o puede que las dos cosas. No pude evitar reírme al imginar al rubiales con unos pantalones ajustados a causa de sus genitales meloniles. Mientras sonreía, Franco empezó a decir sandeces, como si quisiera darme ordenes, y encima en mal plan, a lo super borde...y eso que no le había hecho nada...
-¡Joder vale! Me he equivocado, no entendí bien ¿De acuerdo? Os pido disc...
¡La puta! Que el rubiales definitivamente es gilipollas y sensualmente valiente...Bueno no, solo gilipollas
¿Pues no va y el tío salta a por mi a lo loco con un cuchillito de untar mantequilla? Pues hoy que no quería pelear...precisamente no ahora mismo joder...estaba cansado...Me tocó levantarme bruscamente y esperar la embestida de Franco que iba a por todas el muy descerebrado. Afortunadamente era todo demasiado previsible, y lo digo con razón de causa, que yo suelo actuar igual y eso, pero claro la gente se asusta más de un tipo como yo que no de un tipo como Franco.
Supongo que hay gente que cuando se asusta comete imprudencias...
Espere al último momento para que la trayectoria del arma ya no tuviera vuelta atrás, en el último instante agarré la muñeca que sostenía el kunai y con mi fuerza, seguí la trayectoria hacía mi querido tronco para que el arma quedara atorada en la madera de tal forma, que le supusiera a Franco un gran esfuerzo recuperarla.
-Vale Franco, ya has demostrado que eres muy autoritario y eso. Pero hazte un favor y deja las hostilidades o tendré que darte una tunda de las buenas ¿Vale? Pregunté aquello convencido que la decisión del rubio era irrevocable.
Y claro, vivíamos en un mundo en el que equivocarse era delito o algo así, por que Franco se puso fino y saltó en defensa del otro muchachito. Se notaba que el rubiales o era muy idiota o tenía unos cojonazos como melones...o puede que las dos cosas. No pude evitar reírme al imginar al rubiales con unos pantalones ajustados a causa de sus genitales meloniles. Mientras sonreía, Franco empezó a decir sandeces, como si quisiera darme ordenes, y encima en mal plan, a lo super borde...y eso que no le había hecho nada...
-¡Joder vale! Me he equivocado, no entendí bien ¿De acuerdo? Os pido disc...
¡La puta! Que el rubiales definitivamente es gilipollas y sensualmente valiente...Bueno no, solo gilipollas
¿Pues no va y el tío salta a por mi a lo loco con un cuchillito de untar mantequilla? Pues hoy que no quería pelear...precisamente no ahora mismo joder...estaba cansado...Me tocó levantarme bruscamente y esperar la embestida de Franco que iba a por todas el muy descerebrado. Afortunadamente era todo demasiado previsible, y lo digo con razón de causa, que yo suelo actuar igual y eso, pero claro la gente se asusta más de un tipo como yo que no de un tipo como Franco.
Supongo que hay gente que cuando se asusta comete imprudencias...
Espere al último momento para que la trayectoria del arma ya no tuviera vuelta atrás, en el último instante agarré la muñeca que sostenía el kunai y con mi fuerza, seguí la trayectoria hacía mi querido tronco para que el arma quedara atorada en la madera de tal forma, que le supusiera a Franco un gran esfuerzo recuperarla.
-Vale Franco, ya has demostrado que eres muy autoritario y eso. Pero hazte un favor y deja las hostilidades o tendré que darte una tunda de las buenas ¿Vale? Pregunté aquello convencido que la decisión del rubio era irrevocable.