18/02/2017, 02:30
El ambiente de tensión que hubo cuando Daruu se encontraba en escena había desaparecido desde el momento en que se marchó, sin embargo, todo se volvió a tornar incomodo por el comentario que realizo mi hermano, que realmente no fue el más apropiado, pero tampoco llegó a ser un insulto de forma directa hacia su persona, o eso pensé.
Sin embargo, Ayame, quien no pensaba de la misma forma, se manifestó de una forma un tanto infantil; acto al que me limité a ver y no pude evitar esbozar una sonrisa que intenté no fuera notoria para ella, pensaría que me burlaría de ella, así que puse mi diestra ocultando la curvatura de mis labios, la escena realmente podría catalogarse de cierta forma tierna. Tierna en el sentido de como la pelinegro defendía al ojiblanco.
Sabía bien que Haze no se retractaría, y lo que esperaba ver era la reacción de Ayame ante aquella respuesta y sobre todo a la forma tan tranquila y relajada de mi hermano, que aunque no lo aprobaba, me causaba gracia y de cierta forma dejaba a un lado mi apetito. -Ya está bien ¿no? Deja a la pobre chica en paz, Haze.- Corte al ojiblanco antes de que volviera a decir algo imprudente, mi intención no era por ahí haciendo enemigos; no pienso caerle bien a todo el mundo pero con que no les caiga mal es suficiente para mí.
Definitivamente Haze perdió todo el interés y decidió retirarse sin decir nada más.-Vale, nos vemos más tarde.-
Vi como se alejaba debajo de aquel manto acuoso hasta que su figura no pude observar. Habrían pasado algunos segundos y nuevamente la calma volvió, lo único que podía escuchar ahora era el sonar de la lluvia, aquel choque que producía el agua al impactar. - Parece que nos quedamos solos tú y yo.- Dije de forma indirecta pues no había hecho una contacto visual. - Y dime, ¿tú también te irás?- Pregunté, pero esta vez sí busque sus orbes.
Mi actitud era totalmente serena, y aunque podría considerarse un tanto atrevido ir a cenar con una chica que acababa de conocer, era un buen motivo para hacer una amistad, y quizás tratar de remediar la metida de pata de Haze.
Sin embargo, Ayame, quien no pensaba de la misma forma, se manifestó de una forma un tanto infantil; acto al que me limité a ver y no pude evitar esbozar una sonrisa que intenté no fuera notoria para ella, pensaría que me burlaría de ella, así que puse mi diestra ocultando la curvatura de mis labios, la escena realmente podría catalogarse de cierta forma tierna. Tierna en el sentido de como la pelinegro defendía al ojiblanco.
Sabía bien que Haze no se retractaría, y lo que esperaba ver era la reacción de Ayame ante aquella respuesta y sobre todo a la forma tan tranquila y relajada de mi hermano, que aunque no lo aprobaba, me causaba gracia y de cierta forma dejaba a un lado mi apetito. -Ya está bien ¿no? Deja a la pobre chica en paz, Haze.- Corte al ojiblanco antes de que volviera a decir algo imprudente, mi intención no era por ahí haciendo enemigos; no pienso caerle bien a todo el mundo pero con que no les caiga mal es suficiente para mí.
Definitivamente Haze perdió todo el interés y decidió retirarse sin decir nada más.-Vale, nos vemos más tarde.-
Vi como se alejaba debajo de aquel manto acuoso hasta que su figura no pude observar. Habrían pasado algunos segundos y nuevamente la calma volvió, lo único que podía escuchar ahora era el sonar de la lluvia, aquel choque que producía el agua al impactar. - Parece que nos quedamos solos tú y yo.- Dije de forma indirecta pues no había hecho una contacto visual. - Y dime, ¿tú también te irás?- Pregunté, pero esta vez sí busque sus orbes.
Mi actitud era totalmente serena, y aunque podría considerarse un tanto atrevido ir a cenar con una chica que acababa de conocer, era un buen motivo para hacer una amistad, y quizás tratar de remediar la metida de pata de Haze.