Supe aquel comentario no sería de su agrado desde un principio, pude sentir su mirada fulminante y respondí con una risa y sonrisa descarada. -Jajajaja tranquilo que era una broma.- Afirme con seguridad.
Volví a recoger los paquetes de ramen que había apoyado en el estante y luego vi aquella acción infantil de Kyubei la cual ignoré.
No dije nada más, sabrí que debería buscar todos los artículos solos y que posiblemente mi hermano se encontrase de mal humor por el problema sobre la presentación. Tardé aproximadamente como media hora en buscar un carrito de mercado e introducir en el ramen, tarako, pizzas congeladas, bandejas de pollo y carne, pan, jugo y demás.
A la salida me esperaba el ojiblanco con algunos artículos más que llevaría él, ambos salimos a la par de aquel lugar y nos dirigimos nuevamente al parque con los víveres. -¿Tienes hambre?- Pregunté al ver como mordía aquella manzana. Ahí fue cuando caí en cuenta… -¿Y mi dulce dónde quedó?- Pregunté a Haze, ya que realmente no recordaba en donde habrían parado ambos.
-Estas a tiempo pero si sigues con ese ritmo llegarás tarde.- Aseguré para que apresurase el paso y en caso de que su amada llegase antes no hacerla esperar. - Hhmm… no tengo nada más que hacer, aparte de acomodar el mercado jaja.-
Tras uno segundos más, propuse a mi hermano. -Y no piensas comprarle una rosa o un chocolate? A las chicas les gusta el chocolate.- Aseguré, aunque mis experiencias era prácticamente nulas.
-Vamos a comparle algo, aún nos queda dinero ¿no?
Volví a recoger los paquetes de ramen que había apoyado en el estante y luego vi aquella acción infantil de Kyubei la cual ignoré.
No dije nada más, sabrí que debería buscar todos los artículos solos y que posiblemente mi hermano se encontrase de mal humor por el problema sobre la presentación. Tardé aproximadamente como media hora en buscar un carrito de mercado e introducir en el ramen, tarako, pizzas congeladas, bandejas de pollo y carne, pan, jugo y demás.
A la salida me esperaba el ojiblanco con algunos artículos más que llevaría él, ambos salimos a la par de aquel lugar y nos dirigimos nuevamente al parque con los víveres. -¿Tienes hambre?- Pregunté al ver como mordía aquella manzana. Ahí fue cuando caí en cuenta… -¿Y mi dulce dónde quedó?- Pregunté a Haze, ya que realmente no recordaba en donde habrían parado ambos.
-Estas a tiempo pero si sigues con ese ritmo llegarás tarde.- Aseguré para que apresurase el paso y en caso de que su amada llegase antes no hacerla esperar. - Hhmm… no tengo nada más que hacer, aparte de acomodar el mercado jaja.-
Tras uno segundos más, propuse a mi hermano. -Y no piensas comprarle una rosa o un chocolate? A las chicas les gusta el chocolate.- Aseguré, aunque mis experiencias era prácticamente nulas.
-Vamos a comparle algo, aún nos queda dinero ¿no?