19/02/2017, 20:44
Vaya...
Yota, como buen Shinobi, se disculpó por el fallo que tuvieron e incluso se tomó la libertad de replicarle a Toshio por su error. Su primer reflejo fue discutir, pero la misión ameritaba prudencia así que se reprimió. No quería tener malos rollos con su compañero.
-Ya... tranqui, Yota, total no puede volvernos a pasar hoy ¿no?-
Comentó esbozando una sonrisilla.
Condenado... ¿Cómo que asignado a alguien con poca experiencia? ¿Quién demonios se cree que es?
Caminaron durante unos 10 minutos antes de llegar a la casa donde, según el hombre de antes, vivía Chīzu Nezumi. La casa era grande y lujosa, con una entrada hermosa compuesta por un cobertizo de madera y dos portones. a juzgar por el tocador dorado Chīzu Nezumi era alguien importante, o como mínimo, suficientemente rico como para permitirse mucho más que un par de lujos.
-Este tío tiene que ser riquísimo-
Señaló lo obvio cual lince mientras observaba asombrado el lugar, pues siendo el hijo de un herrero y de una kunoichi ver un lugar como este era sorprendente para el joven pelirrojo. Apenas un instante después se apartó un paso de la puerta, invitando a su compañero a ser el primero en actuar.
Yota, como buen Shinobi, se disculpó por el fallo que tuvieron e incluso se tomó la libertad de replicarle a Toshio por su error. Su primer reflejo fue discutir, pero la misión ameritaba prudencia así que se reprimió. No quería tener malos rollos con su compañero.
-Ya... tranqui, Yota, total no puede volvernos a pasar hoy ¿no?-
Comentó esbozando una sonrisilla.
Condenado... ¿Cómo que asignado a alguien con poca experiencia? ¿Quién demonios se cree que es?
Caminaron durante unos 10 minutos antes de llegar a la casa donde, según el hombre de antes, vivía Chīzu Nezumi. La casa era grande y lujosa, con una entrada hermosa compuesta por un cobertizo de madera y dos portones. a juzgar por el tocador dorado Chīzu Nezumi era alguien importante, o como mínimo, suficientemente rico como para permitirse mucho más que un par de lujos.
-Este tío tiene que ser riquísimo-
Señaló lo obvio cual lince mientras observaba asombrado el lugar, pues siendo el hijo de un herrero y de una kunoichi ver un lugar como este era sorprendente para el joven pelirrojo. Apenas un instante después se apartó un paso de la puerta, invitando a su compañero a ser el primero en actuar.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.