21/02/2017, 04:49
Ya con todo dicho y hecho, Noemi se dirigía nuevamente a la casa de Tamako con el barniz en mano, supuestamente el necesario si es que no lo desperdiciaban, o al menos eso era lo que había dado a entender Shinichi que bastante buen hombre le había parecido a la rubia hasta el momento, inclusive podría llegar a regresar a su local para alguna que otra consulta una vez que comience con el trabajo del vallado.
Por si fuera poco, en el camino no había prácticamente nada que pudiera entorpecerla así que su regreso a la casa fue bastante satisfactorio, aunque no se esperaba encontrar a la anciana ya con un pincel en mano, aunque parecía más bien del tipo que usan los artistas para detalles minúsculos.
—Shinobu-san, conseguí el barniz. —Diría alegre mostrando la lata mientras y también le tendía a la mujer el monedero intacto.
Ahora solo le faltaba que la mujer indicara a la oveja que Noemi podía tomar herramientas y madera y ya podría ponerse manos a la obra, de lo contrario probablemente termine siendo atacada por la oveja guardiana y realmente era lo que menos quería.
Por si fuera poco, en el camino no había prácticamente nada que pudiera entorpecerla así que su regreso a la casa fue bastante satisfactorio, aunque no se esperaba encontrar a la anciana ya con un pincel en mano, aunque parecía más bien del tipo que usan los artistas para detalles minúsculos.
—Shinobu-san, conseguí el barniz. —Diría alegre mostrando la lata mientras y también le tendía a la mujer el monedero intacto.
Ahora solo le faltaba que la mujer indicara a la oveja que Noemi podía tomar herramientas y madera y ya podría ponerse manos a la obra, de lo contrario probablemente termine siendo atacada por la oveja guardiana y realmente era lo que menos quería.