26/02/2017, 01:39
-¡VAMOS, INTÉNTALO CON MÁS FUERZAS!-
La chica gritó a Toshio invitándolo a atacarla nuevamente con su kodachi. A pesar de su corta estatura y una aparente carencia de fuerza, la joven se mostraba confiada y sin vacilación alguna al detener las embestidas del pelirrojo.
Maldita sea ¿Cuándo se ha hecho tan fuerte?
Se preguntaba el joven mientras intentaba con todas sus fuerzas superar a su rival, a pesar de que la ella no parecía necesitar más que un simple Tantō que empuñaba en su zurda con destreza.
El entrenamiento se conviritó rápidamente en un duelo y el duelo en la habiltual derrota del héroe, pues fue desarmado y derribado a tal velocidad que todavía se preguntaba qué había pasado y quién había puesto el mundo patas arriba.
-¡Ja! No sabía que ahora dejan que cualquier inútil pase el examen genin- Se burló como hacía habitualmente -Venga, te toca a ti comprar, que Tamao hará la cena esta noche-
La chica se dio la vuelta a la vez que envainaba su daga.
-¡Eh, Yuki!- Exclamó enérgico a la vez que se sentaba juntando las plantas de los pies y sosteniéndose los tobillos -Ten por seguro que mañana será diferente, así que prepárate, ya he descubierto como funciona tu técnica- Concluyó enérgico esperando por su siguiente encuentro, en verdad se creía lo que decía.
La chica no se creía las mentiras de Toshio, puesto que ya había usado la técnica mil veces veces y mil veces se la había colado, así que se limitó a marcharse entre carcajadas. Por mucho que se conocieran seguían pareciéndole hilarantes los esfuerzos del héroe, pues en años jamás había conseguido superarla en duelo y por mucho que lo intentase no iba a ser diferente.
El genin no tardó en levantarse y envainar su arma, justo debajo de su bokken y encima de su Tantō, que descansaban en su costado izquierdo. Iba vestido con su indumentaria completa pues su plan inicial era quedarse entrenando hasta tarde, pero ahora...
-Ahora supongo que me toca hacer a mi toda la compra... Tsk, típico-
Comentó para sí inconforme mientras se levantaba. A nadie le gusta perdar de manera tan ridícula y mucho menos tantas veces seguidas.
Pero antes buscaré algo de comer, que no sé cuánto tiempo llevo ya entrenando.
Pensó antes de empezar a caminar en busca de algún bar o cafetería en el que almorzar habían muchos y muy variados lugares a donde ir. Podía elegir entre comer Ramen, o carne a la parrilla, o incluso una jugosa hamburguesa.
A medida que pasaba el tiempo Toshio iba perdiendo su objetivo inicial de salir a comer y se concentraba más en ver los distintos locales y lo que ofrecían, hasta que paró en uno en particular.
-Carpa dorada...- Murmuró para sí mismo sorprendido al ver la belleza a travez de una puerta de cristal -Seguro que esta es la clase de sitio a la que van los ricos... hmpf, supongo que este no es mi sitio, por ahora...-
Se quedó un par de segundos mirando por la puerta con una mezcla entre curiosidad y envidia, puesto que proviene de una familia de clase media nunca se ha podido permitir esa clase de lujos.
La chica gritó a Toshio invitándolo a atacarla nuevamente con su kodachi. A pesar de su corta estatura y una aparente carencia de fuerza, la joven se mostraba confiada y sin vacilación alguna al detener las embestidas del pelirrojo.
Maldita sea ¿Cuándo se ha hecho tan fuerte?
Se preguntaba el joven mientras intentaba con todas sus fuerzas superar a su rival, a pesar de que la ella no parecía necesitar más que un simple Tantō que empuñaba en su zurda con destreza.
El entrenamiento se conviritó rápidamente en un duelo y el duelo en la habiltual derrota del héroe, pues fue desarmado y derribado a tal velocidad que todavía se preguntaba qué había pasado y quién había puesto el mundo patas arriba.
-¡Ja! No sabía que ahora dejan que cualquier inútil pase el examen genin- Se burló como hacía habitualmente -Venga, te toca a ti comprar, que Tamao hará la cena esta noche-
La chica se dio la vuelta a la vez que envainaba su daga.
-¡Eh, Yuki!- Exclamó enérgico a la vez que se sentaba juntando las plantas de los pies y sosteniéndose los tobillos -Ten por seguro que mañana será diferente, así que prepárate, ya he descubierto como funciona tu técnica- Concluyó enérgico esperando por su siguiente encuentro, en verdad se creía lo que decía.
La chica no se creía las mentiras de Toshio, puesto que ya había usado la técnica mil veces veces y mil veces se la había colado, así que se limitó a marcharse entre carcajadas. Por mucho que se conocieran seguían pareciéndole hilarantes los esfuerzos del héroe, pues en años jamás había conseguido superarla en duelo y por mucho que lo intentase no iba a ser diferente.
El genin no tardó en levantarse y envainar su arma, justo debajo de su bokken y encima de su Tantō, que descansaban en su costado izquierdo. Iba vestido con su indumentaria completa pues su plan inicial era quedarse entrenando hasta tarde, pero ahora...
-Ahora supongo que me toca hacer a mi toda la compra... Tsk, típico-
Comentó para sí inconforme mientras se levantaba. A nadie le gusta perdar de manera tan ridícula y mucho menos tantas veces seguidas.
Pero antes buscaré algo de comer, que no sé cuánto tiempo llevo ya entrenando.
Pensó antes de empezar a caminar en busca de algún bar o cafetería en el que almorzar habían muchos y muy variados lugares a donde ir. Podía elegir entre comer Ramen, o carne a la parrilla, o incluso una jugosa hamburguesa.
A medida que pasaba el tiempo Toshio iba perdiendo su objetivo inicial de salir a comer y se concentraba más en ver los distintos locales y lo que ofrecían, hasta que paró en uno en particular.
-Carpa dorada...- Murmuró para sí mismo sorprendido al ver la belleza a travez de una puerta de cristal -Seguro que esta es la clase de sitio a la que van los ricos... hmpf, supongo que este no es mi sitio, por ahora...-
Se quedó un par de segundos mirando por la puerta con una mezcla entre curiosidad y envidia, puesto que proviene de una familia de clase media nunca se ha podido permitir esa clase de lujos.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.