28/02/2017, 01:02
Apenas se había sentado decidió cerrar el ojo. No tenía sueño, pero aún así tenía la necesidad de cerrarlo para poder descansar. Sentía que la camarera se había tardado veinte mil años en venir, aunque en realidad no había pasado ni dos minutos en ese lugar. Pero el agotamiento le había atrofiado hasta la noción del tiempo. Pero para su pesar, un chico había llegado a plantarse frente a él para interrumpir su momento de relajación.
—¿Huh?— Dijo medio alzando la cabeza, tratando de distinguir con el ojo entreabierto a quién le había dirigido la palabra. —¿Para mí?... Ahhhhhhh, ya.
Se trataba de un muchacho pelirrojo, de ropas tradicionales, aunque eso era lo que menos importaba. El detalle estaba en la bandana de su frente, con el símbolo de la espiral. Inmediatamente dedujo que se trataba del mensajero que esperaba. A menos claro que otros dos shinobis de Ame y de Uzu hallan quedado para ese mismo día en ese mismo lugar. Pero ante lo remoto de esa posibilidad, mejor decidió agradecer a Ame no Kami por que no tuviese que esperar horas de horas aplastado cual perro en día caluroso en aquel sitio.
—Oeh, no hay prisas.— Dijo mientras recostaba su cabeza de nuevo en la silla —Acabo de llegar y estoy como res para el matadero. ¿Podrias dejarme tomar algo antes? Ya luego nos ocupamos del asunto.— Dijo moviendo su mano diestra como si espantara moscas.
"Recién llego y ya me piden que vaya a otro sitio. No pienso moverme de aquí hasta que me atiendan."
—¿Huh?— Dijo medio alzando la cabeza, tratando de distinguir con el ojo entreabierto a quién le había dirigido la palabra. —¿Para mí?... Ahhhhhhh, ya.
Se trataba de un muchacho pelirrojo, de ropas tradicionales, aunque eso era lo que menos importaba. El detalle estaba en la bandana de su frente, con el símbolo de la espiral. Inmediatamente dedujo que se trataba del mensajero que esperaba. A menos claro que otros dos shinobis de Ame y de Uzu hallan quedado para ese mismo día en ese mismo lugar. Pero ante lo remoto de esa posibilidad, mejor decidió agradecer a Ame no Kami por que no tuviese que esperar horas de horas aplastado cual perro en día caluroso en aquel sitio.
—Oeh, no hay prisas.— Dijo mientras recostaba su cabeza de nuevo en la silla —Acabo de llegar y estoy como res para el matadero. ¿Podrias dejarme tomar algo antes? Ya luego nos ocupamos del asunto.— Dijo moviendo su mano diestra como si espantara moscas.
"Recién llego y ya me piden que vaya a otro sitio. No pienso moverme de aquí hasta que me atiendan."