1/03/2017, 22:14
—Bien, pues vamos a subir —afirmó con neutralidad—. En mi aldea me dijeron que me asegurara de que nadie nos veía a la hora de entregarte el pergamino. Simplemente me estoy asegurando de ello.
El genin moldeó su chakra de manera que se acumulara en las plantas de sus pies en una forma y cantidad exactas como para que sus pies se quedaran adheridos a la pared. Eligió al azar una de las dos paredes del callejón, decantándose finalmente por la izquierda. Comenzó a subir a un ritmo aceptable, pero sin demasiada prisa. Se siguió asegurando de que el tuerto le seguía, alzando la mirada tras de sí de tanto en tanto.
Eventualmente alcanzaron su objetivo: la azotea. Era un espacio simple y vacuo en su mayoría, a excepción de unas pocas barras de metal utilizadas para colgar la ropa, a las cuales en ese momento no se les estaba dando uso.
—Bien, pues ya que estamos aquí, me dijeron que te entregara esto... —afirmó, sacando el codiciado pergamino de su kimono y tendiéndoselo a Kagetsuna— Un peso que me quito de encima, la verdad.
El genin moldeó su chakra de manera que se acumulara en las plantas de sus pies en una forma y cantidad exactas como para que sus pies se quedaran adheridos a la pared. Eligió al azar una de las dos paredes del callejón, decantándose finalmente por la izquierda. Comenzó a subir a un ritmo aceptable, pero sin demasiada prisa. Se siguió asegurando de que el tuerto le seguía, alzando la mirada tras de sí de tanto en tanto.
Eventualmente alcanzaron su objetivo: la azotea. Era un espacio simple y vacuo en su mayoría, a excepción de unas pocas barras de metal utilizadas para colgar la ropa, a las cuales en ese momento no se les estaba dando uso.
—Bien, pues ya que estamos aquí, me dijeron que te entregara esto... —afirmó, sacando el codiciado pergamino de su kimono y tendiéndoselo a Kagetsuna— Un peso que me quito de encima, la verdad.