1/03/2017, 23:52
Una vez el ninja de Ame cogió el pergamino, Ralexion se quedó de brazos cruzados esperando una respuesta. Mas esta nunca llegó. En su lugar, Kagetsuna observó el objeto de manera misteriosa. Los orbes avellana del Uzumaki siguieron el deslizamiento de aquel pulgar a lo largo de los bordes del pergamino.
Fue consciente de lo que el tuerto pretendía hacer cuando su único ojo se entrecerró, pero ya era demasiado tarde...
—¡Eh..! —clamó, extendiendo su diestra.
Pero ya no había nada que hacer, el pergamino estaba abierto de par en par. Sus contenidos se encontraban expuestos a vista de todos los que posaran sus ojos sobre él.
—Ah... —se lamentó el pelirrojo, pues no sabía si esto significaba que su misión había fracasado.
Fue consciente de lo que el tuerto pretendía hacer cuando su único ojo se entrecerró, pero ya era demasiado tarde...
—¡Eh..! —clamó, extendiendo su diestra.
Pero ya no había nada que hacer, el pergamino estaba abierto de par en par. Sus contenidos se encontraban expuestos a vista de todos los que posaran sus ojos sobre él.
—Ah... —se lamentó el pelirrojo, pues no sabía si esto significaba que su misión había fracasado.