2/03/2017, 03:05
—Mientras no me rebanes el cuello a mí —afirmó con tono casual, encogiéndose de hombros.
Observó con curiosidad el breve intento por parte del tuerto de descifrar el método con el que habían ocultado, supuestamente, la valiosa información contenida en el pergamino. No tuvo éxito; eso, o es que le agradaba en demasía el tacto del pergamino, una de dos.
Ralexion también escuchó el sonido proveniente de las escaleras interiores que daban a la azotea. Azotea en la que estaban los dos ninjas, casualmente, allanando en propiedad privada. El pelirrojo sufrió un pequeño ataque de pánico. «¡¿Y ahora qué?! Si al final terminaré en el calabazo...».
—¡Rápido, nos tenemos que esconder!
Miró de un lado a otro, frenético, pero el lugar no ofrecía demasiado en lo que se refiere a escondites. Solo le vino a la mente una idea que, quizás reflexionada en perspectiva, era un poco estúpida.
—¡Henge no Jutsu! —susurró, ejecutando la serie de sellos Perro → Jabalí → Carnero.
Se transformó en una maceta de tamaño medio, con una palmera en miniatura al centro, ondeándose ligeramente con la brisa.
Quizás pasaría desapercibido.
Observó con curiosidad el breve intento por parte del tuerto de descifrar el método con el que habían ocultado, supuestamente, la valiosa información contenida en el pergamino. No tuvo éxito; eso, o es que le agradaba en demasía el tacto del pergamino, una de dos.
Ralexion también escuchó el sonido proveniente de las escaleras interiores que daban a la azotea. Azotea en la que estaban los dos ninjas, casualmente, allanando en propiedad privada. El pelirrojo sufrió un pequeño ataque de pánico. «¡¿Y ahora qué?! Si al final terminaré en el calabazo...».
—¡Rápido, nos tenemos que esconder!
Miró de un lado a otro, frenético, pero el lugar no ofrecía demasiado en lo que se refiere a escondites. Solo le vino a la mente una idea que, quizás reflexionada en perspectiva, era un poco estúpida.
—¡Henge no Jutsu! —susurró, ejecutando la serie de sellos Perro → Jabalí → Carnero.
Se transformó en una maceta de tamaño medio, con una palmera en miniatura al centro, ondeándose ligeramente con la brisa.
Quizás pasaría desapercibido.