4/03/2017, 01:30
A medida que pasaba el tiempo el joven héroe se quedaba cada vez más asombrado, pues mientras más miraba el interior del sitio más increible le parecía, como si su interior tuviera un "brillo" especial. Desde los muebles hasta los cubiertos, las paredes, el suelo, e incluso el aire parecía tan diferente a cualquier lugar en el que haya estado antes y en el que jamás estaría.
No tardó en fijarse en una chica de pelo verde que rondaba su edad. No destacaba por su curiosa cabellera, o por alguna otra característica física especial, sino que destacaba porque estaba sola; porque estaba sola y también porque lo estaba mirando fijamente.
¿Qué querrá? Se preguntó mirándola. Bueno, eso es lo que ella ha de estarse preguntando. Tampoco es normal que yo esté mirando de esa manera...
La chica levantó la mano y rápidamente apareció un camarero para atenderla y charlaron un rato mientras Toshio observaba con curiosidad, pues era obvio para el pelirrojo que la conversación trataba de él. No podía escuchar nada, pero se podía hacer una idea de lo que sería la conversación.
Seguramente sería algo como "Alfred ¿Podría pedirle a ese molesto chico que se marche? ¡Está tapando mis vistas al pasillo!" y entonces el camarero, que seguramente estaría versado en todo arte marcial conocido respondería "Por supuesto señorita, y si usted lo desea así puedo traerle su sangre para que moje el pan" O al menos así es como pensaba Toshio que hablaban los ricos.
Para cuando salió de sus pensamientos el camarero ya estaba frente a Toshio observándolo y provocándole un ligero sobresalto por el susto.
-Disculpe caballero, a la señorita Sanshōo desearía que la acompañase a la mesa-
¿La señorita Sanshōo? ¿Se referirá a esa chica? Se inclinó levemente para mirar a la chica Seguramente, pues no hay nadie más dentro...
El chico recalcó mentalmente lo obvio mientras obsevaba a la chica ¿Qué querría hablar con él? El apellido Sanshōo le sonaba mucho, pero estaba seguro de que jamás había hablado con ninguno de ellos.
-Sí, por supuesto-
¿Puede que conozca a mis padres? A lo mejor querrá hacer un encargo...
En cuanto acabó de hablar se dirigió en dirección a la joven mientras desataba sus armas una a una para poder dejarlas a un lado y charlar con tranquilidad.
-Ummm...- La observó unos instantes algo dubitativo, pues no sabía como debería de dirigirse a ella -¿Qué tal Sanshōo-San? ¿Necesita algo?- Decidió hablar con un tono amigable y respetuoso a partes iguales, pues no pretendía actuar con excesiva cercanía tan pronto.
No tardó en fijarse en una chica de pelo verde que rondaba su edad. No destacaba por su curiosa cabellera, o por alguna otra característica física especial, sino que destacaba porque estaba sola; porque estaba sola y también porque lo estaba mirando fijamente.
¿Qué querrá? Se preguntó mirándola. Bueno, eso es lo que ella ha de estarse preguntando. Tampoco es normal que yo esté mirando de esa manera...
La chica levantó la mano y rápidamente apareció un camarero para atenderla y charlaron un rato mientras Toshio observaba con curiosidad, pues era obvio para el pelirrojo que la conversación trataba de él. No podía escuchar nada, pero se podía hacer una idea de lo que sería la conversación.
Seguramente sería algo como "Alfred ¿Podría pedirle a ese molesto chico que se marche? ¡Está tapando mis vistas al pasillo!" y entonces el camarero, que seguramente estaría versado en todo arte marcial conocido respondería "Por supuesto señorita, y si usted lo desea así puedo traerle su sangre para que moje el pan" O al menos así es como pensaba Toshio que hablaban los ricos.
Para cuando salió de sus pensamientos el camarero ya estaba frente a Toshio observándolo y provocándole un ligero sobresalto por el susto.
-Disculpe caballero, a la señorita Sanshōo desearía que la acompañase a la mesa-
¿La señorita Sanshōo? ¿Se referirá a esa chica? Se inclinó levemente para mirar a la chica Seguramente, pues no hay nadie más dentro...
El chico recalcó mentalmente lo obvio mientras obsevaba a la chica ¿Qué querría hablar con él? El apellido Sanshōo le sonaba mucho, pero estaba seguro de que jamás había hablado con ninguno de ellos.
-Sí, por supuesto-
¿Puede que conozca a mis padres? A lo mejor querrá hacer un encargo...
En cuanto acabó de hablar se dirigió en dirección a la joven mientras desataba sus armas una a una para poder dejarlas a un lado y charlar con tranquilidad.
-Ummm...- La observó unos instantes algo dubitativo, pues no sabía como debería de dirigirse a ella -¿Qué tal Sanshōo-San? ¿Necesita algo?- Decidió hablar con un tono amigable y respetuoso a partes iguales, pues no pretendía actuar con excesiva cercanía tan pronto.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.