3/03/2017, 18:06
Ralexion continuó escalando hasta llegar al techo de la sala, quedando boca abajo. Los perros seguían su avance con la mirada, y según este se fue acercando de un punto hasta el otro extremo, en dirección a la reja metálica, también con las patas. Observó con detenimiento la puerta que lo separaba de la libertad. No podría abrirla a no ser que se molestara en bajar al suelo, lo cual no era una opción. Pensó en incapacitar a los animales, pero prefería no hacerlo a no ser que fuera en defensa propia. Después de todo, él era el intruso, los caninos no tenían culpa de su mala suerte.
—Tch...
Se agachó y continuó observando la instancia, buscando algo que le pudiera servir. Tras varios instantes de búsqueda estéril dio con lo que parecía ser una reja de metal que tapaba un conducto. No era demasiado grande, pero quizás resultaría suficiente para un joven como el Uzumaki, que además era un ninja.
Corrió hasta ella, se pegó a la pared y trató de sacar la plancha. Para su desgracia, estaba atornillada. Suspiró y sacó su baikunai de dentro del kimono. Utilizando la hoja como destornillador improvisado, empezó a trabajar...
—Tch...
Se agachó y continuó observando la instancia, buscando algo que le pudiera servir. Tras varios instantes de búsqueda estéril dio con lo que parecía ser una reja de metal que tapaba un conducto. No era demasiado grande, pero quizás resultaría suficiente para un joven como el Uzumaki, que además era un ninja.
Corrió hasta ella, se pegó a la pared y trató de sacar la plancha. Para su desgracia, estaba atornillada. Suspiró y sacó su baikunai de dentro del kimono. Utilizando la hoja como destornillador improvisado, empezó a trabajar...