4/03/2017, 00:07
Después de ese extraño periplo, sus ropas necesitarían un buen lavado. El pelirrojo se paró en seco cuando vio a la rata venir hacia él desde el extremo opuesto del conducto. «¡Justo lo que no necesito en este momento!», pensó al mismo tiempo que buscaba un shuriken dentro de su kimono. Lanzó la estrella ninja como buenamente pudo, acertándole al roedor entre los ojos. El pobre animal murió con un gemido de sorpresa.
Continuó gateando y apartó a la rata cuando llegó a ella, no sin antes recuperar su shuriken del cadáver. Observó detenidamente la intersección durante unos instantes, pero no habían detalles que le permitieran hacerse una idea de hacia dónde iba cada sección del conducto.
Así que, sin nada por lo que guiarse, tomó la izquierda.
Continuó gateando y apartó a la rata cuando llegó a ella, no sin antes recuperar su shuriken del cadáver. Observó detenidamente la intersección durante unos instantes, pero no habían detalles que le permitieran hacerse una idea de hacia dónde iba cada sección del conducto.
Así que, sin nada por lo que guiarse, tomó la izquierda.