10/03/2017, 02:35
<< ¿Eh?, ¿me hablaba a mí? >> sus expresiones delataron rápidamente el alivio que sintió de no haber quedado mal, pudo notar el desvío de su mirada al concentrarse en el anciano que se acercaba, antes de que pudiera corresponder al saludo, una suave brisa soplo despeinando aún más el cabello de la joven.
- No es como si pudiera organizarlo de todas formas- expreso la kunoichi a modo de puchero, como si hubiera leído sus pensamientos, Ashito dejó escapar una pequeña sonrisa, casi imperceptible << esa expresión, solo la había visto en Sakura, es la misma que pone cuando no le salen los jutsus, pero como sabe lo que pienso de su cabello, un momento ¿acaso puede leer mis pensamientos?...tienen más similitudes de lo que parece>>.
La joven observo al ninja unos minutos, formando un ambiente algo incómodo- Eh, hola- exclamo el joven con una sonrisa algo nervioso, pero sin prestarle mucha atención a lo que dijo, la kunoichi inclino su torso hacia adelante examinando a su acompañante, provocando que su sonrojo gane más fuerza- ¿Estás bien?- pregunto mientras se acercaba, Ashito solo dio un paso hacia atrás para responder- Si, estoy…- pero antes de que pudiera contestar fue interrumpido con una pregunta tras otra, lejos de poder contestar el muchacho solo guardo silencio, empezaba a creer que tal vez si era un enemigo atacándolo psicológicamente, rápidamente el anciano que estaba detrás de ella la interrumpió, acabando con el feroz interrogatorio de la niña<< gracias a Rikudo senin, ese hombre es mi héroe, nunca creí que encontraría una persona más revoltosa que Sakura>>.
-¿Nonoha, no crees que tantas preguntas podrían resultar incomodas?- expreso mientras llamaba a su nieta con un gesto- Disculpa a mi nieta, no puede tener la boca cerrada- acotó mientras apoyaba su mano en la cabellera de la niña y esta se quejaba, esa acción le hizo recordar a su familia, cuando su padre le revolvía su cabello y el actuaba de la misma forma que la niña, instintivamente surgió una sonrisa en su rostro nuevamente, sonrisa que se borró al instante cuando a su mente volvió la imagen de sus pesadillas, la imagen de su empuñadura en el corazón de su padre, sus ojos se volvieron fríos y su sonrojo desapareció, pero aun así forzó sus labios colocándolos en posición de medialuna fingiendo una sonrisa.
- ¿Dime niño que haces en este lugar?-
- Es raro ver a un jovencito por aquí- agrego el otro anciano dirigiéndose al Uzureño.
Los pensamientos del ninja se desvanecieron junto con los sentimientos que había recordado, dejando solo vacío, aunque nunca le prestó la más mínima atención a las emociones, actuar sin sentir nada, ya se había acostumbrado a ello.
- Me dirijo a Kusagakure- respondió a la pregunta del anciano- Tengo unos asuntos allí- justo después de responder, su estómago comenzó a revolverse ocasionando un gruñido que fácilmente pudo oírse, Ashito bajo rápidamente su cabeza ocultando su vergüenza- Es que, aun no almorcé, si me disculpan- exclamo retrocediendo un par de pasos.
A solo un par de metros de los demás, el shinobi acento la mochila que su hermana le prestó sobre el suelo, para extraer de ella una bolsa con unos cuantos panes de melón, se puso nuevamente la mochila y con la bolsa en una mano y un pan en la otra, se sentó en el borde del puente a almorzar, supuso que ellos ya habrían almorzado considerando el horario, pero aun así bajo ningún concepto quedaría mal, así que dando un suspiro decepcionado, se acercó nuevamente y pregunto levantando su brazo, mostrando los panes- Eh, disculpen, ¿quieren?-.
- No es como si pudiera organizarlo de todas formas- expreso la kunoichi a modo de puchero, como si hubiera leído sus pensamientos, Ashito dejó escapar una pequeña sonrisa, casi imperceptible << esa expresión, solo la había visto en Sakura, es la misma que pone cuando no le salen los jutsus, pero como sabe lo que pienso de su cabello, un momento ¿acaso puede leer mis pensamientos?...tienen más similitudes de lo que parece>>.
La joven observo al ninja unos minutos, formando un ambiente algo incómodo- Eh, hola- exclamo el joven con una sonrisa algo nervioso, pero sin prestarle mucha atención a lo que dijo, la kunoichi inclino su torso hacia adelante examinando a su acompañante, provocando que su sonrojo gane más fuerza- ¿Estás bien?- pregunto mientras se acercaba, Ashito solo dio un paso hacia atrás para responder- Si, estoy…- pero antes de que pudiera contestar fue interrumpido con una pregunta tras otra, lejos de poder contestar el muchacho solo guardo silencio, empezaba a creer que tal vez si era un enemigo atacándolo psicológicamente, rápidamente el anciano que estaba detrás de ella la interrumpió, acabando con el feroz interrogatorio de la niña<< gracias a Rikudo senin, ese hombre es mi héroe, nunca creí que encontraría una persona más revoltosa que Sakura>>.
-¿Nonoha, no crees que tantas preguntas podrían resultar incomodas?- expreso mientras llamaba a su nieta con un gesto- Disculpa a mi nieta, no puede tener la boca cerrada- acotó mientras apoyaba su mano en la cabellera de la niña y esta se quejaba, esa acción le hizo recordar a su familia, cuando su padre le revolvía su cabello y el actuaba de la misma forma que la niña, instintivamente surgió una sonrisa en su rostro nuevamente, sonrisa que se borró al instante cuando a su mente volvió la imagen de sus pesadillas, la imagen de su empuñadura en el corazón de su padre, sus ojos se volvieron fríos y su sonrojo desapareció, pero aun así forzó sus labios colocándolos en posición de medialuna fingiendo una sonrisa.
- ¿Dime niño que haces en este lugar?-
- Es raro ver a un jovencito por aquí- agrego el otro anciano dirigiéndose al Uzureño.
Los pensamientos del ninja se desvanecieron junto con los sentimientos que había recordado, dejando solo vacío, aunque nunca le prestó la más mínima atención a las emociones, actuar sin sentir nada, ya se había acostumbrado a ello.
- Me dirijo a Kusagakure- respondió a la pregunta del anciano- Tengo unos asuntos allí- justo después de responder, su estómago comenzó a revolverse ocasionando un gruñido que fácilmente pudo oírse, Ashito bajo rápidamente su cabeza ocultando su vergüenza- Es que, aun no almorcé, si me disculpan- exclamo retrocediendo un par de pasos.
A solo un par de metros de los demás, el shinobi acento la mochila que su hermana le prestó sobre el suelo, para extraer de ella una bolsa con unos cuantos panes de melón, se puso nuevamente la mochila y con la bolsa en una mano y un pan en la otra, se sentó en el borde del puente a almorzar, supuso que ellos ya habrían almorzado considerando el horario, pero aun así bajo ningún concepto quedaría mal, así que dando un suspiro decepcionado, se acercó nuevamente y pregunto levantando su brazo, mostrando los panes- Eh, disculpen, ¿quieren?-.

- Hablo-
<<Pienso>>
