14/03/2017, 19:35
Pero ni siquiera las palabras de Ayame lograron hacer que el chico bajara la guardia. Más bien al contrario, caminó hacia ellos con aquella postura tan amenazante, extendiendo los brazos. Por un momento, aquel chiquillo parecía más grande de lo que realmente era...
—¿No entendieron nada va? —les espetó, y Ayame retrocedió un paso, intimidada.
Otro de los chicos del grupo se acercó al de cabellos bicolores y apoyó la mano sobre el hombro en un gesto conciliador.
—Burayan, mano, tenemos que sacarlo de ahí y pronto, pela ya si nos cachan o no —le dijo, en aquella extraña jerga que Ayame era incapaz de comprender.
—Va pues, háganme el paro —respondió el otro, rendido.
—Entonces... ¿nos vais a dejar ayudaros? —preguntó Ayame, insegura de haber interpretado correctamente las palabras de los dos chicos. Sin embargo, parecía que así era, y la muchacha no tardó en sonreír. Enseguida se volvió hacia su compañero—. Bien... ¿Se te ocurre algo para levantar todos esos tablones de madera, Kagetsuna-san? —le preguntó.
Quedaba más que a la vista que ella no era precisamente una mujer fuerte, más bien al contrario. Y, de las escasas técnicas ninja que conocía, ninguna le permitiría realizar una proeza de tales dimensiones...
—¿No entendieron nada va? —les espetó, y Ayame retrocedió un paso, intimidada.
Otro de los chicos del grupo se acercó al de cabellos bicolores y apoyó la mano sobre el hombro en un gesto conciliador.
—Burayan, mano, tenemos que sacarlo de ahí y pronto, pela ya si nos cachan o no —le dijo, en aquella extraña jerga que Ayame era incapaz de comprender.
—Va pues, háganme el paro —respondió el otro, rendido.
—Entonces... ¿nos vais a dejar ayudaros? —preguntó Ayame, insegura de haber interpretado correctamente las palabras de los dos chicos. Sin embargo, parecía que así era, y la muchacha no tardó en sonreír. Enseguida se volvió hacia su compañero—. Bien... ¿Se te ocurre algo para levantar todos esos tablones de madera, Kagetsuna-san? —le preguntó.
Quedaba más que a la vista que ella no era precisamente una mujer fuerte, más bien al contrario. Y, de las escasas técnicas ninja que conocía, ninguna le permitiría realizar una proeza de tales dimensiones...