27/03/2017, 20:10
La rubia, luego de hacer un recado para su madre en la zona comercial de Amegakure, escucho que varios comerciantes hablaban de una aldea pequeña, que se había enterado por medio de sus proveedores que hace un tiempo estaban teniendo fenómenos extraños, sobrenaturales quizá. A Reika le estaba picando cierta curiosidad de caza-fantasmas, hace un tiempo se hablaba de un edificio en Amegakure el cual supuestamente estaba plagado de apariciones y entidades cosa que resulto ser completamente mentira.
Vestida con su uniforme morado de toda la vida, tomo también una capa de color negro con capucha y partio caminando, de seguro que tardaría en llegar por esa razón cogió su mochila y cargo varias botellas de agua y algo de alimento para el viaje, no mucho, pero llevaba suficiente para llegar a la aldea de Kushiro y poder comprobar de que aquello también era otra mentira. El viaje, tal y como esperaba fue bastante largo desde el país de la tormenta hasta el país de la tierra hay de por medio unos cuantos kilómetros, pero de tanto en tanto la kunoichi se paraba a descansar para no llegar completamente agotada.
Cuando llego a Kushiro observo detenidamente el ambiente que pequeña aldea presentaba, había una única calle que separaba una fila de casa de la otra que estaba en frente, esta misma calle estaba pobremente iluminada con faroles a lo largo de la misma, pero lo que a la chica le llamaba poderosamente la atención era la falta de movimiento y mas aun de sonido alguno -Esto si que es raro...- se dijo así misma, antes de dar unos paso mas, aun sin internarse dentro de la calle de la aldea, estaba con la capa puesta y se retiro la capucha exhibiendo su cabello rubio el cual tapaba el símbolo de Amegakure pero no el resto de la bandana. Observo una vez mas con sus ojos claros la imagen -No muy alentadora- que le ofrecía Kushiro y aunque algo en su interior le decía que se fuera, habia caminado mucho para rendirse justo ahora.
Vestida con su uniforme morado de toda la vida, tomo también una capa de color negro con capucha y partio caminando, de seguro que tardaría en llegar por esa razón cogió su mochila y cargo varias botellas de agua y algo de alimento para el viaje, no mucho, pero llevaba suficiente para llegar a la aldea de Kushiro y poder comprobar de que aquello también era otra mentira. El viaje, tal y como esperaba fue bastante largo desde el país de la tormenta hasta el país de la tierra hay de por medio unos cuantos kilómetros, pero de tanto en tanto la kunoichi se paraba a descansar para no llegar completamente agotada.
Cuando llego a Kushiro observo detenidamente el ambiente que pequeña aldea presentaba, había una única calle que separaba una fila de casa de la otra que estaba en frente, esta misma calle estaba pobremente iluminada con faroles a lo largo de la misma, pero lo que a la chica le llamaba poderosamente la atención era la falta de movimiento y mas aun de sonido alguno -Esto si que es raro...- se dijo así misma, antes de dar unos paso mas, aun sin internarse dentro de la calle de la aldea, estaba con la capa puesta y se retiro la capucha exhibiendo su cabello rubio el cual tapaba el símbolo de Amegakure pero no el resto de la bandana. Observo una vez mas con sus ojos claros la imagen -No muy alentadora- que le ofrecía Kushiro y aunque algo en su interior le decía que se fuera, habia caminado mucho para rendirse justo ahora.
Hablo - Pienso - Telepatía