28/03/2017, 23:17
La calma. ¿Era de verdad que un hombre podría llegar a ser inalterable como el agua? Para el calvo en ese momento era algo imposible. Cuando por fin empezaba a relajar por completo sus respiraciones, cuando por fin empezaba a entrar en el estado de paz absoluta unas voces inundaron sus oídos. Abrió los ojos y vio un carromato, una mujer, tres hombres.
"No me lo creo...."- hombres armados de un lado, una mujer del otro. No había que ser genio para saber que ahí había problemas, más para la dama que para los muchachos armados.
Con su poco entrenamiento no era muy rápido, y volver a tierra firme caminando por sobre las piedras no era fácil, pero la situación lo hizo moverse velozmente en dirección a la escena. Lo que le faltaba de velocidad lo tenía de previsión.
Su calma se había roto, pero una faceta dejaba lugar a otra y ahora entraba en juego la buena acción que un monje tenía que realizar día a día, ayudando a otros. Si esa mujer estaba en peligro, la moral del calvo junto a su profesión ameritaban que esté allí para solventar problemas. Pensaba hablar, pero uno de los armados se le adelantó y salteó ese paso.
"Bien, allá vamos"
Cuando vio el arremetimiento del hombre, el calvo se abalanzó sobre él entre la dama y el arma. Seguramente algo inesperado para él y por eso, sin perder tiempo le lanzó un derechazo al rostro esperando acertar. Si no, lo más probable era que recibiese el golpe en vez de la mujer.
"No me lo creo...."- hombres armados de un lado, una mujer del otro. No había que ser genio para saber que ahí había problemas, más para la dama que para los muchachos armados.
Con su poco entrenamiento no era muy rápido, y volver a tierra firme caminando por sobre las piedras no era fácil, pero la situación lo hizo moverse velozmente en dirección a la escena. Lo que le faltaba de velocidad lo tenía de previsión.
Su calma se había roto, pero una faceta dejaba lugar a otra y ahora entraba en juego la buena acción que un monje tenía que realizar día a día, ayudando a otros. Si esa mujer estaba en peligro, la moral del calvo junto a su profesión ameritaban que esté allí para solventar problemas. Pensaba hablar, pero uno de los armados se le adelantó y salteó ese paso.
"Bien, allá vamos"
Cuando vio el arremetimiento del hombre, el calvo se abalanzó sobre él entre la dama y el arma. Seguramente algo inesperado para él y por eso, sin perder tiempo le lanzó un derechazo al rostro esperando acertar. Si no, lo más probable era que recibiese el golpe en vez de la mujer.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘