28/03/2017, 23:24
Todavía no había tomado una decisión sobre lo que hacer, cuando escuchó una voz que parecía tratar de cantar. Parecía y tratar era una forma dulce de decirlo pues Izumi tenía otra idea bien distinta "¡Madre mía!" la joven estuvo tentada a taparse los oídos con las manos, pero por suerte no duro mucho el entusiasmo de aquella criatura que seguramente había venido desde los confines del infierno más profundo a torturar a los humanos con su cruel canto. "Menos mal... un minuto más y hubiese valorado el suicidio" casi iba a celebrar el silencio, cuando una idea le vino a la mente "¡Tiene que haber alguien cerca!" no le hacía mucha gracia tener que recurrir a otras personas para encontrar el camino de vuelta y menos encontrarse de frente con el engendro que era capaz de atentar contra el sentido musical de personas inocentes de esa manera... pero en tiempos difíciles, soluciones difíciles o eso decía Tomoe " No me queda más remedio" la joven se puso en marcha, caminando por la orilla en dirección hacia la voz que parecía provenir desde detrás de un recodo de bosque que había entre su posición y el origen de aquel sonido
No tardó demasiado en girar sobre los árboles que formaban el recodo, cerca de la orilla y pudo divisar a una persona que por su deducción debía de ser el foco de aquel horrendo sonido. Ahora parecía estar apunto de ahogarse "La verdad es que se lo merece" fue lo que pensó la joven nada más ver al pelirojo luchar por recuperar la funcionalidad de su garganta. Por las pintas que llevaba el chico, no le parecía ningún tipo de peleligro. Es más, casi que parecía uno de esos chicos raritos que pasaban todo el tiempo con comics "Bueno... mientras no vuelva a cantar" aún la separaban algo más de diez metros desde el lugar donde el muchacho había decidido descansar dios sabe con que objetivo. Así que Izumi se iría acercando lentamente, mientras caminaba por la orilla como quién no quiere la cosa. Acercarse demasiado directa podría resultar algo violento y no quería espantar a su única opción de saber donde estaba y quizás, incluso, obtener un mapa.
Así que continuó siguiendo la orilla, mientras mantenía su vista fija en el agua.
No tardó demasiado en girar sobre los árboles que formaban el recodo, cerca de la orilla y pudo divisar a una persona que por su deducción debía de ser el foco de aquel horrendo sonido. Ahora parecía estar apunto de ahogarse "La verdad es que se lo merece" fue lo que pensó la joven nada más ver al pelirojo luchar por recuperar la funcionalidad de su garganta. Por las pintas que llevaba el chico, no le parecía ningún tipo de peleligro. Es más, casi que parecía uno de esos chicos raritos que pasaban todo el tiempo con comics "Bueno... mientras no vuelva a cantar" aún la separaban algo más de diez metros desde el lugar donde el muchacho había decidido descansar dios sabe con que objetivo. Así que Izumi se iría acercando lentamente, mientras caminaba por la orilla como quién no quiere la cosa. Acercarse demasiado directa podría resultar algo violento y no quería espantar a su única opción de saber donde estaba y quizás, incluso, obtener un mapa.
Así que continuó siguiendo la orilla, mientras mantenía su vista fija en el agua.