31/03/2017, 18:41
La joven suspiro desde el suelo, observando los arboles de alrededor, donde los enemigos comenzaban a moverse, rodeandoles, aquel sin duda era un truco para parecer mas que ellos porque si fuesen mas que ellos ya les habrían atacado, o al menos si creyesen que les iban a vencer, igual si eran mas, no obstante aunque lo fuesen no creían en su victoria, sino habrían arremetido ya contra ellos.
- Oye, no te muevas tanto, solo intentan parecer mas que los que son, si te has leído Combate y sus tácticas del monje Shin-Gado sabrás que este tipo de técnica la explica, parecer mas para intimidar al enemigo y así desmoralizarle, así que tu tranquilo, chico.-Dijo la chica con total tranquilidad, habría leído aquel libro montones de veces y sin duda había memorizado todas las tácticas de este.
La joven comenzó a levantarse poco a poco, tomando de puñados de tierra en su mano con la mayor discreción posible, en caso de pelea aquello le iba a ayudar bastante, se coloco de pie, completamente relajada, sin adoptar ninguna posición de guardia.
-- ¡A ver panda de imbéciles, salid y seremos buenos, no salgáis y me ocupare personalmente de romperos todos los huesos del cuerpo!- Grito Nai a pleno pulmón, la chica también conocía técnicas de intimidación y esperaba que fuesen lo bastante buenas como para que surtiesen efecto. Desvió la mirada hacia el calvo, con la intención de ver que haría este en este, la verdad es que parecía un luchador formidable, pero aun así no lo conocía y no podía fiarse de el de buenas a primeras.
- Oye, no te muevas tanto, solo intentan parecer mas que los que son, si te has leído Combate y sus tácticas del monje Shin-Gado sabrás que este tipo de técnica la explica, parecer mas para intimidar al enemigo y así desmoralizarle, así que tu tranquilo, chico.-Dijo la chica con total tranquilidad, habría leído aquel libro montones de veces y sin duda había memorizado todas las tácticas de este.
La joven comenzó a levantarse poco a poco, tomando de puñados de tierra en su mano con la mayor discreción posible, en caso de pelea aquello le iba a ayudar bastante, se coloco de pie, completamente relajada, sin adoptar ninguna posición de guardia.
-- ¡A ver panda de imbéciles, salid y seremos buenos, no salgáis y me ocupare personalmente de romperos todos los huesos del cuerpo!- Grito Nai a pleno pulmón, la chica también conocía técnicas de intimidación y esperaba que fuesen lo bastante buenas como para que surtiesen efecto. Desvió la mirada hacia el calvo, con la intención de ver que haría este en este, la verdad es que parecía un luchador formidable, pero aun así no lo conocía y no podía fiarse de el de buenas a primeras.