3/04/2017, 12:37
El rastro de cabello felino llevó a Ritsuko hasta las inmediaciones de un parque. El pelaje era poco y estaba muy esparcido, así que su alergia se mantenía a ralla, al menos por ahora. No obstante, tendría problemas cuando se encontrara con un gato de verdad.
¡Hablando del demonio! Unos 5 metros delante de la pelirroja, en la hierba entre una de las vías del parque, había echado un gato gordo tomando el sol. Su pelaje de color atigrado era bonito, pero contrastaba con su complexión. Otro gato, mucho más ágil que el primero, bajó de un árbol cercano demostrando la bien conocida agilidad felina. Se notaba que era callejero, pues su pelambrera grisácea estaba sucia y le faltaba un trozo de la oreja izquierda.
Los dos animales se miraron durante unos instantes. El gris echó a andar hacia el interior del parque con ritmo tranquilo, y tras seguirlo con la mirada unos segundos, el atrigrado le siguió.
¡Hablando del demonio! Unos 5 metros delante de la pelirroja, en la hierba entre una de las vías del parque, había echado un gato gordo tomando el sol. Su pelaje de color atigrado era bonito, pero contrastaba con su complexión. Otro gato, mucho más ágil que el primero, bajó de un árbol cercano demostrando la bien conocida agilidad felina. Se notaba que era callejero, pues su pelambrera grisácea estaba sucia y le faltaba un trozo de la oreja izquierda.
Los dos animales se miraron durante unos instantes. El gris echó a andar hacia el interior del parque con ritmo tranquilo, y tras seguirlo con la mirada unos segundos, el atrigrado le siguió.