7/04/2017, 00:25
Al salir corriendo, tras escuchar el sonido metálico, ni siquiera le importo la procedencia de los dos recién llegados, solo le importo detener la posible batalla que podía estar llevándose a cabo, pero una mano sujetando su brazo lo detuvo antes de que pudiera siquiera entrar en la aldea provocando un desequilibrio en sus pies que casi resulta en una nueva caída.
- Que mier…- exclamo el peliazabache, tratando de mantener el equilibrio para que la inercia no los llevara a ambos al piso.
- Es una opción, claro, pero… ¿Qué se te ha perdido a ti en Kusagakure, muchacho?-
La pegunta tomo por sorpresa al Uzureño, no se esperaba un interrogatorio, aunque tampoco esperaba encontrarse a otras personas merodeando por los alrededores de Kushiro, ni esperaba que alguien lo tomara por el brazo, y sin duda no esperaba que alguien lo detuviera para hacerle una pregunta así, cuando quizá otras personas podrían estarse matando a solo un par de metros.
Con algo de brusquedad el ninja del remolino se liberó del agarre del Kusareño para así continuar hacia el callejón.
- Lo siento, luego hablaremos, pero primero debo ver qué sucede allí- exclamo el joven, restándole importancia al rubio y continuando su camino, el mismo se dirigió por detrás del edificio donde se escuchó el golpe, tapando por completo su visión de la calle principal por lo que no pudo ver al anciano que se aproximaba, aunque lo escucho hablar, no podía responder desde ese lugar, tal vez pensarían que es un ladrón, por lo que prefirió callar y quedarse oculto en la sombra provocada por la construcción.
- Que mier…- exclamo el peliazabache, tratando de mantener el equilibrio para que la inercia no los llevara a ambos al piso.
- Es una opción, claro, pero… ¿Qué se te ha perdido a ti en Kusagakure, muchacho?-
La pegunta tomo por sorpresa al Uzureño, no se esperaba un interrogatorio, aunque tampoco esperaba encontrarse a otras personas merodeando por los alrededores de Kushiro, ni esperaba que alguien lo tomara por el brazo, y sin duda no esperaba que alguien lo detuviera para hacerle una pregunta así, cuando quizá otras personas podrían estarse matando a solo un par de metros.
Con algo de brusquedad el ninja del remolino se liberó del agarre del Kusareño para así continuar hacia el callejón.
- Lo siento, luego hablaremos, pero primero debo ver qué sucede allí- exclamo el joven, restándole importancia al rubio y continuando su camino, el mismo se dirigió por detrás del edificio donde se escuchó el golpe, tapando por completo su visión de la calle principal por lo que no pudo ver al anciano que se aproximaba, aunque lo escucho hablar, no podía responder desde ese lugar, tal vez pensarían que es un ladrón, por lo que prefirió callar y quedarse oculto en la sombra provocada por la construcción.
- Hablo-
<<Pienso>>