9/04/2017, 23:24
Una vez más, allí estaba Ritsuko, frente a la puerta de la casa de la dueña del gato perdido de la vuelta de la esquina de… Suficiente, ¿no?
La dueña del animal perdido salió al instante seguramente ilusionada de que la pelirroja haya encontrado a la mascota pero no era el caso.
—Encontré un rastro sí, pero tengo un pequeño problemilla, ¿de casualidad su gato tenía algún alimento favorito? Sí pudiera darme un poco para intentar atraerlo sería genial, y si también tiene alguna manta o algo mejor todavía. —Decía la kunoichi que esbozaba una sonrisa nerviosa.
No se sentía cómoda aceptando abiertamente que la misión se le complicaba a causa de una alergia, principalmente porque daría la impresión de ser una delicada que prefiere no tener un mísero brote en la piel.
La dueña del animal perdido salió al instante seguramente ilusionada de que la pelirroja haya encontrado a la mascota pero no era el caso.
—Encontré un rastro sí, pero tengo un pequeño problemilla, ¿de casualidad su gato tenía algún alimento favorito? Sí pudiera darme un poco para intentar atraerlo sería genial, y si también tiene alguna manta o algo mejor todavía. —Decía la kunoichi que esbozaba una sonrisa nerviosa.
No se sentía cómoda aceptando abiertamente que la misión se le complicaba a causa de una alergia, principalmente porque daría la impresión de ser una delicada que prefiere no tener un mísero brote en la piel.