10/04/2017, 12:53
La mujer asintió.
—Sí, claro, tengo comida de Mishifú pero, ¿una manta? —preguntó, confusa— Bueno, si la necesita será para algo, no cuestionaré a un ninja. Deme un momento.
Se introdujo en el interior de la casa, caminando por el salón y luego la cocina. La mujer rebuscó en los cajones durante unos instantes. Minutos más tarde, retornó a la puerta de su hogar, donde Ritsuko todavía andaba esperando. En sus manos portaba una lata de comida para gatos premium ya abierta y una manta de lana. La susodicha era de color rojo, adornada con rallas tono azul marino.
Suspirando, le hizo entrega de todo ello a la kunoichi.
—Aquí tiene, espero que le ayude a encontrar a mi gato. Esta manta es la favorita de Mishifú, igual le viene bien.
—Sí, claro, tengo comida de Mishifú pero, ¿una manta? —preguntó, confusa— Bueno, si la necesita será para algo, no cuestionaré a un ninja. Deme un momento.
Se introdujo en el interior de la casa, caminando por el salón y luego la cocina. La mujer rebuscó en los cajones durante unos instantes. Minutos más tarde, retornó a la puerta de su hogar, donde Ritsuko todavía andaba esperando. En sus manos portaba una lata de comida para gatos premium ya abierta y una manta de lana. La susodicha era de color rojo, adornada con rallas tono azul marino.
Suspirando, le hizo entrega de todo ello a la kunoichi.
—Aquí tiene, espero que le ayude a encontrar a mi gato. Esta manta es la favorita de Mishifú, igual le viene bien.