10/04/2017, 18:40
A pesar del famoso dojutsu que poseía, Daruu se restregó los ojos un par de veces, observando a las dos calabazas. Esto es, hasta que una de ellas decidió salir corriendo mientras gritaba despavorida.
—¡EH, VUELVE AQUÍ, TIENES QUE IR AL GRANERO, CALABAZA ESTÚPIDA!
«¿¡Pero qué coño!?», pensó Daruu, y echó a correr al lado de Ralexion, que se había esmerado por intentar alcanzar al vegetal.
—¡E... esto es ridículo! ¡Las calabazas no corren! ¡¡LAS CALABAZAS NO GRITAN!!
—¡DE... DEJADME, O YO, EL GRAN DIOS CALABAZA, MALDECIRÉ VUE-VUESTRA ESTÚPIDA CABAÑA Y...!
Daruu activó su byakugan, y lo usó para escudriñar el interior de la calabaza. Se trataba de un niño, uno pelirrojo, que, patizambo, intentaba huir de ellos con torpeza. Lo que más le jodió es que lo estaba consiguiendo.
La velocidad de esa calabaza-niño, o su habilidad con las piernas —pese a los tumbos que parecía dar— era tal que incluso les estaba sacando algo de ventaja.
—¡Hay un niño dentro de esa calabaza!
—¡¡¡NOOOO, SOY YO, EL GRAN DIOS CALABA-!!!
El niño se había metido en una arboleda, y tras esquivar un par de árboles de casualidad, finalmente se había estampado contra el tronco de uno particularmente grueso e inadecuadamente posicionado en su camino. El vegetal había estallado en decenas de trozos con un estallido seco. En el centro de todo había un niño, pelirrojo tal y como había visto Daruu, sujetándose la cabeza, tirado de culo y moviendo el cuerpo en círculos, mareado.
Daruu desactivó su dojutsu y paró detrás de Ralexion, sin saber muy bien qué decir. No eran sus calabazas y...
...y estaba genuinamente confuso.
—¡EH, VUELVE AQUÍ, TIENES QUE IR AL GRANERO, CALABAZA ESTÚPIDA!
«¿¡Pero qué coño!?», pensó Daruu, y echó a correr al lado de Ralexion, que se había esmerado por intentar alcanzar al vegetal.
—¡E... esto es ridículo! ¡Las calabazas no corren! ¡¡LAS CALABAZAS NO GRITAN!!
—¡DE... DEJADME, O YO, EL GRAN DIOS CALABAZA, MALDECIRÉ VUE-VUESTRA ESTÚPIDA CABAÑA Y...!
Daruu activó su byakugan, y lo usó para escudriñar el interior de la calabaza. Se trataba de un niño, uno pelirrojo, que, patizambo, intentaba huir de ellos con torpeza. Lo que más le jodió es que lo estaba consiguiendo.
La velocidad de esa calabaza-niño, o su habilidad con las piernas —pese a los tumbos que parecía dar— era tal que incluso les estaba sacando algo de ventaja.
—¡Hay un niño dentro de esa calabaza!
—¡¡¡NOOOO, SOY YO, EL GRAN DIOS CALABA-!!!
PLACA.
El niño se había metido en una arboleda, y tras esquivar un par de árboles de casualidad, finalmente se había estampado contra el tronco de uno particularmente grueso e inadecuadamente posicionado en su camino. El vegetal había estallado en decenas de trozos con un estallido seco. En el centro de todo había un niño, pelirrojo tal y como había visto Daruu, sujetándose la cabeza, tirado de culo y moviendo el cuerpo en círculos, mareado.
Daruu desactivó su dojutsu y paró detrás de Ralexion, sin saber muy bien qué decir. No eran sus calabazas y...
...y estaba genuinamente confuso.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)