11/04/2017, 11:42
Ashito no encontró nada sospechoso en el callejón. Lo único que se podía apreciar con claridad -debido a la oscuridad de la noche- era lo que parecía ser un rudimentario incinerador fabricado en metal. Las puertas de este estaban cerradas, y estaba manchado de hollín por todas partes.
El anciano se llevó la mano al mentón, extrañado. Enarboló una expresión facial que dejaba muy claro que no tenía ni idea de lo que le estaban hablando aquellos niñitos.
—Hmm... ¿rumores, ayudar? ¿Se puede saber de qué estáis hablando? —chasqueó la lengua— ¿Epilepsia? Lo siento, pero no sé qué es eso. Tampoco sé nada de rumores, y respecto a ayudar... como no nos queráis ayudar a recoger la cosecha, no sé para qué estáis aquí. La única mujer que ha muerto por aquí en mucho tiempo fue la líder de la comunidad, pero ya estaba muy mayor, más incluso que yo.
»En fin, yo estaba a punto de acostarme. ¿Váis a quedaros ahí como pasmarotes? Soy el dueño de la única posada de Kushiro, así que si queréis un techo bajo el que dormir, venir conmigo ahora. No lo diré dos veces.
El anciano se llevó la mano al mentón, extrañado. Enarboló una expresión facial que dejaba muy claro que no tenía ni idea de lo que le estaban hablando aquellos niñitos.
—Hmm... ¿rumores, ayudar? ¿Se puede saber de qué estáis hablando? —chasqueó la lengua— ¿Epilepsia? Lo siento, pero no sé qué es eso. Tampoco sé nada de rumores, y respecto a ayudar... como no nos queráis ayudar a recoger la cosecha, no sé para qué estáis aquí. La única mujer que ha muerto por aquí en mucho tiempo fue la líder de la comunidad, pero ya estaba muy mayor, más incluso que yo.
»En fin, yo estaba a punto de acostarme. ¿Váis a quedaros ahí como pasmarotes? Soy el dueño de la única posada de Kushiro, así que si queréis un techo bajo el que dormir, venir conmigo ahora. No lo diré dos veces.