19/04/2017, 12:01
Pero Daruu no siguió a Ralexion. Ocupado en tratar de mitigar el dolor de la patada, el muchacho estaba encogido sobre sí mismo, agarrándose la entrepierna como si en cualquier momento fuera a soltársele de entre las piernas y a rodar por la colina hacia el río. Gimoteaba. Con el brazo derecho, agarró un trozo de hierba y lo aferró bien fuerte, para no chillar. Apretó y apretó hasta que consiguió arrancar algo de tierra. Mientras Ralexion... corría.
—¡Pues la verdad es que no sería un mal ninja, es escurridizo, tiene buen Taijutsu y sabe cuando retirarse! —anunció Ralexion para nadie más que él solo en medio del bosque. Hacía tiempo que el niño se había perdido, en el horizonte, y Daruu se había quedado muy atrás.
Daruu se levantó, poco a poco, dolorido. Si aquél niño jurase que tenía bolas de hierro en el zapato para pegar patadas más fuertes, el Hyuuga se lo habría creído sin poner en duda su palabra ni por un instante. Cojeó hasta un árbol cercano y resopló. Se vio sólo en mitad del bosque, activó su byakugan y empezó a rastrear los alrededores en busca del niño, o de Ralexion.
Finalmente, distinguió a lo lejos una motita del color de chakra del Uchiha, y decidió perseguirla, caminando, eso sí, despacito.
···
—¡Pues la verdad es que no sería un mal ninja, es escurridizo, tiene buen Taijutsu y sabe cuando retirarse! —anunció Ralexion para nadie más que él solo en medio del bosque. Hacía tiempo que el niño se había perdido, en el horizonte, y Daruu se había quedado muy atrás.
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Daruu se levantó, poco a poco, dolorido. Si aquél niño jurase que tenía bolas de hierro en el zapato para pegar patadas más fuertes, el Hyuuga se lo habría creído sin poner en duda su palabra ni por un instante. Cojeó hasta un árbol cercano y resopló. Se vio sólo en mitad del bosque, activó su byakugan y empezó a rastrear los alrededores en busca del niño, o de Ralexion.
Finalmente, distinguió a lo lejos una motita del color de chakra del Uchiha, y decidió perseguirla, caminando, eso sí, despacito.