19/04/2017, 19:53
De vuelta en el parque, Ritsuko pudo observar que había alguien en ese pequeño sector del parque con hierba en el que había visto previamente a los dos gatos, el gordo y el flaco. Estaba en cuclillas y frente a él habían reunidos cinco felinos. Los animales comían felizmente de un plato de comida dispuesto, sin lugar a dudas, por el desconocido.
Sin embargo, ninguno de aquellos gatos tenía un aspecto remotamente similar al de Mishifú.
El hombre vestía con una camiseta de manga corta amarilla y unos pantalones cortos azul marino. En los pies llevaba unas sandalias marrones de campesino. Su cabello era de color verdoso, largo y despeinado. Una barba incipiente de unos pocos días asomaba en sus mejillas. Su aspecto podría describirse, en líneas generales, como desgarbado. Las facciones de su rostro indicaban que su edad debía de rondar los 35-40 años.
—¿Que rica está la comida premium, verdad? —les dijo a los felinos con tono meloso.
Sin embargo, ninguno de aquellos gatos tenía un aspecto remotamente similar al de Mishifú.
El hombre vestía con una camiseta de manga corta amarilla y unos pantalones cortos azul marino. En los pies llevaba unas sandalias marrones de campesino. Su cabello era de color verdoso, largo y despeinado. Una barba incipiente de unos pocos días asomaba en sus mejillas. Su aspecto podría describirse, en líneas generales, como desgarbado. Las facciones de su rostro indicaban que su edad debía de rondar los 35-40 años.
—¿Que rica está la comida premium, verdad? —les dijo a los felinos con tono meloso.