22/04/2017, 00:31
No esperaba aquella muestra de cariño tan repentina, por lo que en primera instancia se encogió sin saber muy bien cómo reaccionar. Unos instantes más tarde, sin embargo, estrechó contra sí a Kabocha como si se tratara del hermano que nunca tuvo, añadiendo a la presión ya generada por el niño.
Se separaron, ambos sonrientes.
»Mi abuelo ha contratado a un ninja para que le lleve las calabazas del huerto a la pequeña tienda que tenemos en Yachi. Yo le dije que a lo mejor le salía más barato comprarse otro huerto más cerca de Yachi, como otros muchos que lo tienen allí, pero dice que no, que los genin salen baratos.
De pronto algo hizo clic en el interior de la mente del Uchiha. Calabazas, abuelo, contrato...
Ah sí, su misión.
—¡OH NOOOOOOO! —se levantó del sofá con la impetuosidad de mil huracanes.
Sus manos aterrizaron a ambos lados de su rostro, agarrándose a las mejillas. Su expresión lo decía todo: se había olvidado de algo importante, es decir, de su misión.
»Tú tienes que ser chunin por lo menos, despues de enfrentarte a un oso. ¿A que sí, a que sí?
—¿Eh? —su ataque de pánico se vio interrumpido momentáneamente— ¿Yo, Chūnin? ¡Qué va!
Aunque quizás no era un disparate tan grande; había escuchado que las convocatorias para el siguiente examen ya estaban en curso. Quizás, si se ponía las pilas, podría apuntarse...
—Supongo que hasta que pierda el miedo, puedo dedicarme a hacer cosas baratas, como llevar calabazas. Pero ojalá nadie me mande llevar calabazas, que estoy harto de ellas.
—Escucha, Kabocha-san, ¿qué pretendes hacer? ¿No se pondrá tu abuelo muy triste si te marchas a ser ninja? ¿Has hablado con él sobre esto?
Se separaron, ambos sonrientes.
»Mi abuelo ha contratado a un ninja para que le lleve las calabazas del huerto a la pequeña tienda que tenemos en Yachi. Yo le dije que a lo mejor le salía más barato comprarse otro huerto más cerca de Yachi, como otros muchos que lo tienen allí, pero dice que no, que los genin salen baratos.
De pronto algo hizo clic en el interior de la mente del Uchiha. Calabazas, abuelo, contrato...
Ah sí, su misión.
—¡OH NOOOOOOO! —se levantó del sofá con la impetuosidad de mil huracanes.
Sus manos aterrizaron a ambos lados de su rostro, agarrándose a las mejillas. Su expresión lo decía todo: se había olvidado de algo importante, es decir, de su misión.
»Tú tienes que ser chunin por lo menos, despues de enfrentarte a un oso. ¿A que sí, a que sí?
—¿Eh? —su ataque de pánico se vio interrumpido momentáneamente— ¿Yo, Chūnin? ¡Qué va!
Aunque quizás no era un disparate tan grande; había escuchado que las convocatorias para el siguiente examen ya estaban en curso. Quizás, si se ponía las pilas, podría apuntarse...
—Supongo que hasta que pierda el miedo, puedo dedicarme a hacer cosas baratas, como llevar calabazas. Pero ojalá nadie me mande llevar calabazas, que estoy harto de ellas.
—Escucha, Kabocha-san, ¿qué pretendes hacer? ¿No se pondrá tu abuelo muy triste si te marchas a ser ninja? ¿Has hablado con él sobre esto?