22/04/2017, 02:15
La niñita escucho las razones del bandido y aunque era bastante obvio él porque estaba allí a ella ni por asomo se le ocurrió que esa era la razón. Una gotita de sudor resbalo por su cien ante lo estúpida de su pregunta, desvió la vista hacia un costado ignorando el resto de la explicación "me llamo tonta...que bien" Hizo un leve puchero y sus grandes ojos azules se deslizaron nuevamente hacia la figura del mayo, al escuchar las ultimas de sus palabras - ¿Eh? -una sonrisa tonta, llena de incredulidad se dibujó en los labios de la castaña que no pareció comprender del todo la nueva situación en la que se encontraba.
- Espere, espere...- retrocedió dos pasitos, haciendo más amplia la distancia entre ambos- ¿No podríamos hablarlo? -solo intentaba hacer más tiempo- ¿llegar a un acuerdo? - sonrió mostrando los dientes, a sabiendas de que le hombre no estaría dispuesto a hacer ningún tipo de trato con ella. Volvió a preguntarse, como terminaba metida en tantos problema sin mover un solo dedo ¿era mala suerte? dejo escapar un suspiro, sumándose a esos muchos otros que durante todo el transcurso de ese tiempo habían escapado de su boca.
Ya no tenía armas con las que defenderse y usar algún ninjutsu en el puente, no era una buena idea. No quería dañar la estructura y caer a las turbulentas aguas. Intercambio miradas con el contrario mientras esperaba a que este hiciera algún movimiento y resolvía que hacer para librarse de aquel embrollo.
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Del lado opuesto del puente, los dos mayores sudaban frio al ver que lentamente ambos hombres se acercaban, se miraban cada tanto, hablándose con señas, preguntándose qué hacer en cuanto los dos tipos los descubrieran. Para su suerte, el de Uzu logro sacar de combate a uno de los sujetos, El abuelo de Nonoha solo observo, confundido, como caía al suelo el cuerpo inerte del ladrón - ¿E-está muerto...? - le susurro a su compañero temeroso - No, aun no - murmuro en respuesta Hiwata cuando confirmo que el hombre respirada . Sonrió con felicidad y sorpresa - ¡Tal parece podremos salir bien librados! - cuchicheo el comerciante emocionado - ¡cállate! - le regaño sin hacer mucho ruido - ¿aún queda uno de ellos, que pasara si nos descubre? -
Los dos viejos se miraron por algunos minutos, comprendiendo que el peligro aún no había pasado. Solo podían esperar otro milagro, uno que los sacara ilesos de ahí. El Ladrón por su parte miraba con cuidado su alrededor, intentando encontrar al personaje que había dejado inconsciente a su compañero – Ya verás cuando te ponga las manos encima – gruño el tipo molesto, dejando de lado la labor que le habían encomendado. Ahora solo le interesaba ponerle las manos encima al jovencito y según él, darle una buena paliza.
- ¿Y bien, dónde estás? ¡Quiero ver el rostro del cobarde que nos atacó! -
Intentaba hacerlo salir de su escondite, pero sabía que no revelaría su escondite tan fácilmente – ¿sabes? –sonrió ampliamente de forma maliciosa- ya que no pudimos hacernos con el dinero del anciano, tengamos que conseguirlo de otra forma – se carcajeo un poco antes de continuar con su parlotearía – ¿Qué clase de ninja deja a sus compañeros atrás? ¿realmente creíste que esa niña podría hacer gran cosa?
- Espere, espere...- retrocedió dos pasitos, haciendo más amplia la distancia entre ambos- ¿No podríamos hablarlo? -solo intentaba hacer más tiempo- ¿llegar a un acuerdo? - sonrió mostrando los dientes, a sabiendas de que le hombre no estaría dispuesto a hacer ningún tipo de trato con ella. Volvió a preguntarse, como terminaba metida en tantos problema sin mover un solo dedo ¿era mala suerte? dejo escapar un suspiro, sumándose a esos muchos otros que durante todo el transcurso de ese tiempo habían escapado de su boca.
Ya no tenía armas con las que defenderse y usar algún ninjutsu en el puente, no era una buena idea. No quería dañar la estructura y caer a las turbulentas aguas. Intercambio miradas con el contrario mientras esperaba a que este hiciera algún movimiento y resolvía que hacer para librarse de aquel embrollo.
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Del lado opuesto del puente, los dos mayores sudaban frio al ver que lentamente ambos hombres se acercaban, se miraban cada tanto, hablándose con señas, preguntándose qué hacer en cuanto los dos tipos los descubrieran. Para su suerte, el de Uzu logro sacar de combate a uno de los sujetos, El abuelo de Nonoha solo observo, confundido, como caía al suelo el cuerpo inerte del ladrón - ¿E-está muerto...? - le susurro a su compañero temeroso - No, aun no - murmuro en respuesta Hiwata cuando confirmo que el hombre respirada . Sonrió con felicidad y sorpresa - ¡Tal parece podremos salir bien librados! - cuchicheo el comerciante emocionado - ¡cállate! - le regaño sin hacer mucho ruido - ¿aún queda uno de ellos, que pasara si nos descubre? -
Los dos viejos se miraron por algunos minutos, comprendiendo que el peligro aún no había pasado. Solo podían esperar otro milagro, uno que los sacara ilesos de ahí. El Ladrón por su parte miraba con cuidado su alrededor, intentando encontrar al personaje que había dejado inconsciente a su compañero – Ya verás cuando te ponga las manos encima – gruño el tipo molesto, dejando de lado la labor que le habían encomendado. Ahora solo le interesaba ponerle las manos encima al jovencito y según él, darle una buena paliza.
- ¿Y bien, dónde estás? ¡Quiero ver el rostro del cobarde que nos atacó! -
Intentaba hacerlo salir de su escondite, pero sabía que no revelaría su escondite tan fácilmente – ¿sabes? –sonrió ampliamente de forma maliciosa- ya que no pudimos hacernos con el dinero del anciano, tengamos que conseguirlo de otra forma – se carcajeo un poco antes de continuar con su parlotearía – ¿Qué clase de ninja deja a sus compañeros atrás? ¿realmente creíste que esa niña podría hacer gran cosa?