27/04/2017, 22:09
Los conejos eran veloces, o yo muy lento, ciertamente me estaba quedando atrás porque cuánto más caminaba más parecía hundirme en aquella capa nívea, volteé y vi el surco que mi cuerpo había dejado por el andar de mis pasos. Ahora misma la nieve me llegaba casi que a la rodilla, y el frío se exacerbaba más y más.
—Esperen!— Exclamé en petición a que los roedores bajaran la velocidad de avance, como sí estos fuera a hacerme caso alguno, no obstante, aún podía seguirles el paso de cierto modo.
Tras unos escasos segundos de haberles perdido la pista, pude ver que en la dirección que antes habían elegido se manifestaba, entre la nieve, un color rojo intenso, ¿sería un pedazo de tela? Caminé lentamente hasta ello, pero mientras más me acercaba me aseguraba de que no, no era tela sino una persona, y a llegar a tal punto apresuré mi paso, mejor dicho corrí. ¿Estaba atrapado bajo la nieve? ¿Tendría hipotermia?
—Hey! ¿Me escuchas? ¿Estás consciente? ¿Cómo te llamas?— Exclamé, sí, aquella era una de las técnicas de rescate y primero auxilios, valorar el grado de consciencia del paciente y sí este estaba ubicado en tiempo, espacio y persona. La situación no era nada agradable, o me pasaba que siempre pensaba en lo peor, sobre todo por el rastro de sangre que se veía alrededor a su cuerpo. ”¿Será que la atacaron?”
Rápidamente empecé a actuar. —¿Tienes algúna herida o golpe? — No podría moverla en caso de que se hubiera golpeado en la cabeza, por lo que primero fui descubriendo su cuerpo, moví la fría nieve identificando sus miembros inferiores y que no hubiese ninguna lesión a ese nivel.
—Tranquila, soy Inoue Keisuke, soy médico, estarás bien.— Tranquilizar al auxiliado era otro método para ayudar a la psiquis del traumatizado, en este caso de la chica, quien a mi percepción parecía bastante tranquila. Una vez que estuviese totalmente desenterrada rectificaría su temperatura, la cual seguramente estaba helada, la hemorragia debía haber cedido con aquella temperatura tan baja.
—Esperen!— Exclamé en petición a que los roedores bajaran la velocidad de avance, como sí estos fuera a hacerme caso alguno, no obstante, aún podía seguirles el paso de cierto modo.
Tras unos escasos segundos de haberles perdido la pista, pude ver que en la dirección que antes habían elegido se manifestaba, entre la nieve, un color rojo intenso, ¿sería un pedazo de tela? Caminé lentamente hasta ello, pero mientras más me acercaba me aseguraba de que no, no era tela sino una persona, y a llegar a tal punto apresuré mi paso, mejor dicho corrí. ¿Estaba atrapado bajo la nieve? ¿Tendría hipotermia?
—Hey! ¿Me escuchas? ¿Estás consciente? ¿Cómo te llamas?— Exclamé, sí, aquella era una de las técnicas de rescate y primero auxilios, valorar el grado de consciencia del paciente y sí este estaba ubicado en tiempo, espacio y persona. La situación no era nada agradable, o me pasaba que siempre pensaba en lo peor, sobre todo por el rastro de sangre que se veía alrededor a su cuerpo. ”¿Será que la atacaron?”
Rápidamente empecé a actuar. —¿Tienes algúna herida o golpe? — No podría moverla en caso de que se hubiera golpeado en la cabeza, por lo que primero fui descubriendo su cuerpo, moví la fría nieve identificando sus miembros inferiores y que no hubiese ninguna lesión a ese nivel.
—Tranquila, soy Inoue Keisuke, soy médico, estarás bien.— Tranquilizar al auxiliado era otro método para ayudar a la psiquis del traumatizado, en este caso de la chica, quien a mi percepción parecía bastante tranquila. Una vez que estuviese totalmente desenterrada rectificaría su temperatura, la cual seguramente estaba helada, la hemorragia debía haber cedido con aquella temperatura tan baja.