29/04/2017, 06:09
Los dos viejos vieron como sus esfuerzos eran en vano, solo pudieron observar con impotencia lo que sucedía. Los ancianos se miraban cada tanto, diciéndose todo con miradas, Hiwata se aferró a las hojitas del arbusto, apretándolas con fuerza sintiéndose un inútil – Es increíble que solo podamos observar… - negó suavemente con la cabeza desviando la vista pues, ya había visto suficiente.
Ren , el Hiwatari sintiéndose de la misma forma que su compañero se obligó a observar porque… guardaba la remota esperanza de que aquel chiquillo, lograra vencer al hombre que los buscaba. En algún momento de la pelea, el abuelo de la niña cerró los ojos esperando lo peor, pero - ¿Qué? – para cuando pudo enfocar nuevamente la visión se encontró con un hombre mal herido y posteriormente noqueado por el golpe que el peli azabache le propino.
¡Estamos salvados! – grito agradecido Hiwata, que no cabía de la emoción. Ren dejó caer su peso, cansado, sobre la tierra; dando un gran suspiro de alivio – Gracias al cielo –mascullo aun nervioso mientras su amigo lo ayudaba a levantarse y caminaban hacia el muchacho que agotado se había tumbado en el suelo y ahora los llamaba.
¡Muchas gracias muchacho! –el mercader le dio fuertes palmadas en el hombro sano, con enorme sonrisa que mostraba los dientes. Hiwatari, igual de feliz pero guardando calma dio una pequeña reverencia frente al chico en señal respeto – Eres un gran ninja, jovencito – agrego justo después de erguirse y observarlo.
Aguardo unos minutos antes de preguntar por su nieta - ¿La has visto? ¿Sabes si está bien? – le cuestiono el mayor mientras le observaba, si bien estaba agradecido y entendía que estaba cansado, le preocupaba el paradero de la pequeña. Sin esperar alguna respuesta suya volvió al camino y se encamino al puente rápidamente, Hiwata lo vio alejarse y luego lo siguió – Tu deberías descansar, alcanzanos luego – le dijo al chico antes de alejarse por completo y perderse de su vista.
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Ella seguía ahí, escondiéndose del mayor, que energúmeno la buscaba. Los gritos de su subordinados le hicieron apartar la vista, y observar hacia el extremo contrario del puente – ¿Qué demonios sucede allá? - Nonoha que atenta observaba los movimientos de su enemigo, se atrevió a dar la cara y corriendo bajo el puente (aun de cabeza) subio por la orilla en la que el tipo se encontraba, e intento asestarle un golpe en la cara con su puño. Tristemente apenas y lo golpeo, el tipo no era un experto pero en definitiva no era un tonto, logro darse cuenta a tiempo y apenas si lo rozo.
-Que niños tan problemáticos, debimos matarlos cuando tuvimos oportunidad – murmuro el hombre cansado de la situación ¿recompensa, dinero? Ya no le importaba, deshacerse de aquello dos mocosos y los ancianos era más importante ahora.
La diferencia de tamaños era abismal y la castaña era muy consciente de eso, necesitaba inmovilizarlo de alguna forma para terminar rápido. Mientras pensaba en algo vio el kunai que antes había usado, pero este estaba muy cerca del ladrón “Ya no importa, terminare muerta de cualquier forma, debo intentar” Corrió hacia el sujeto y estando a poco pasos de él se barrió por el suelo intentando llevarse el arma – ¡La tengo! – sonrió despacio y pronto, su rostro se llenó de dolor tras la fuerte punzada en su espalda, que el otro le causo al patearla.
¡AAAaah! – se quejó mientras se abrazaba así misma retorciéndose de dolor. Guardo el kunai entre sus ropas y continuo quejándose, pues realmente le dolía.
Ninjas…como los odio – aprovecho que la kunoichi no podía moverse y la golpeo un poco más, la pateo tantas veces como pudo y ella no se defendió – ¿Qué sucede? – Sonrió ladinamente, burlandose – ¿Al fin comprendiste que no podrías vencerme? –Sonrió triunfal, pero entonces se escullo un murmullo - ¿Qué dices? – la chiquilla pronunciaba cosas difíciles de oír, así que se acercó un poco más – ¿Qué dic..? – sus palabras quedaron en el aire, Nonoha aprovecho su cercanía y empuñando el arma apuñalo con su filo a su rival – Decía – carraspeo levantandose- los adultos son muy confiados –sonrió para luego levantarse y alejarse tan rápido como pudo, tanto como su adolorido cuerpo se lo permitio.
¡M-maldita mocosa! – Gruño tomando el kunai y retirándolo de su cuerpo, que ahora sangraba considerablemente – Debo admitirlo, dejar que te golpeara solo para que me acercara fue inteligente, pero eso no te servirá ¡tú suerte acaba aquí! -sentencio.
Estaba adolorida, pero sabía que no debía rendirse aún, corrió nuevamente hacia él intentado acertar algún golpe, tanto con sus piernas como sus manos, pero fue inútil esquivaba o bloqueaba sus ataques fácilmente a pesar de estar herido, creyó era injusto y sonrió.
Ren , el Hiwatari sintiéndose de la misma forma que su compañero se obligó a observar porque… guardaba la remota esperanza de que aquel chiquillo, lograra vencer al hombre que los buscaba. En algún momento de la pelea, el abuelo de la niña cerró los ojos esperando lo peor, pero - ¿Qué? – para cuando pudo enfocar nuevamente la visión se encontró con un hombre mal herido y posteriormente noqueado por el golpe que el peli azabache le propino.
¡Estamos salvados! – grito agradecido Hiwata, que no cabía de la emoción. Ren dejó caer su peso, cansado, sobre la tierra; dando un gran suspiro de alivio – Gracias al cielo –mascullo aun nervioso mientras su amigo lo ayudaba a levantarse y caminaban hacia el muchacho que agotado se había tumbado en el suelo y ahora los llamaba.
¡Muchas gracias muchacho! –el mercader le dio fuertes palmadas en el hombro sano, con enorme sonrisa que mostraba los dientes. Hiwatari, igual de feliz pero guardando calma dio una pequeña reverencia frente al chico en señal respeto – Eres un gran ninja, jovencito – agrego justo después de erguirse y observarlo.
Aguardo unos minutos antes de preguntar por su nieta - ¿La has visto? ¿Sabes si está bien? – le cuestiono el mayor mientras le observaba, si bien estaba agradecido y entendía que estaba cansado, le preocupaba el paradero de la pequeña. Sin esperar alguna respuesta suya volvió al camino y se encamino al puente rápidamente, Hiwata lo vio alejarse y luego lo siguió – Tu deberías descansar, alcanzanos luego – le dijo al chico antes de alejarse por completo y perderse de su vista.
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Ella seguía ahí, escondiéndose del mayor, que energúmeno la buscaba. Los gritos de su subordinados le hicieron apartar la vista, y observar hacia el extremo contrario del puente – ¿Qué demonios sucede allá? - Nonoha que atenta observaba los movimientos de su enemigo, se atrevió a dar la cara y corriendo bajo el puente (aun de cabeza) subio por la orilla en la que el tipo se encontraba, e intento asestarle un golpe en la cara con su puño. Tristemente apenas y lo golpeo, el tipo no era un experto pero en definitiva no era un tonto, logro darse cuenta a tiempo y apenas si lo rozo.
-Que niños tan problemáticos, debimos matarlos cuando tuvimos oportunidad – murmuro el hombre cansado de la situación ¿recompensa, dinero? Ya no le importaba, deshacerse de aquello dos mocosos y los ancianos era más importante ahora.
La diferencia de tamaños era abismal y la castaña era muy consciente de eso, necesitaba inmovilizarlo de alguna forma para terminar rápido. Mientras pensaba en algo vio el kunai que antes había usado, pero este estaba muy cerca del ladrón “Ya no importa, terminare muerta de cualquier forma, debo intentar” Corrió hacia el sujeto y estando a poco pasos de él se barrió por el suelo intentando llevarse el arma – ¡La tengo! – sonrió despacio y pronto, su rostro se llenó de dolor tras la fuerte punzada en su espalda, que el otro le causo al patearla.
¡AAAaah! – se quejó mientras se abrazaba así misma retorciéndose de dolor. Guardo el kunai entre sus ropas y continuo quejándose, pues realmente le dolía.
Ninjas…como los odio – aprovecho que la kunoichi no podía moverse y la golpeo un poco más, la pateo tantas veces como pudo y ella no se defendió – ¿Qué sucede? – Sonrió ladinamente, burlandose – ¿Al fin comprendiste que no podrías vencerme? –Sonrió triunfal, pero entonces se escullo un murmullo - ¿Qué dices? – la chiquilla pronunciaba cosas difíciles de oír, así que se acercó un poco más – ¿Qué dic..? – sus palabras quedaron en el aire, Nonoha aprovecho su cercanía y empuñando el arma apuñalo con su filo a su rival – Decía – carraspeo levantandose- los adultos son muy confiados –sonrió para luego levantarse y alejarse tan rápido como pudo, tanto como su adolorido cuerpo se lo permitio.
¡M-maldita mocosa! – Gruño tomando el kunai y retirándolo de su cuerpo, que ahora sangraba considerablemente – Debo admitirlo, dejar que te golpeara solo para que me acercara fue inteligente, pero eso no te servirá ¡tú suerte acaba aquí! -sentencio.
Estaba adolorida, pero sabía que no debía rendirse aún, corrió nuevamente hacia él intentado acertar algún golpe, tanto con sus piernas como sus manos, pero fue inútil esquivaba o bloqueaba sus ataques fácilmente a pesar de estar herido, creyó era injusto y sonrió.