2/05/2017, 21:25
A medida que pasaban los segundos, para Kegawa sus parpados se sentían menos como parte de su cuerpo y mas como pesas que estuviese intentando levantar inútilmente. Cada vez le costaba más estar inclinado, y lentamente se iba acostando mas en el suelo mientras sus ojos se cerraban sin prisa pero sin pausa.
Mientras la respiración del joven comenzaba a hacerse más lenta y espaciosa en el tiempo; Shiromaru por su parte había pausado su carrera para olisquear una rama y algunas piedras que encontró tiradas a unos pocos metros. Todavía no habían sido marcadas territorio de nadie, así que podría dejar su huella si le apeteciera...
Sin embargo, se vio interrumpido por la repentina caída de una cabeza demasiado cerca para su gusto. Aunque el cachorro nunca lo admitiría; desde luego que se asusto; y mientras daba un salto al costado para evitar el acercamiento rebosante; no pudo evitar empezar a ladrar de forma frenética, hasta que se dio cuenta de que no era nada más que uno de aquellos muñecos de entrenamiento.
— ¿Ehm? ¿Qué pasa Shiro? — Adormilado, el descendiente Inuzuka se levanto un poco y alcanzo a ver una cabeza de madera o paja (Algún material de esos colores) tirada en el suelo, antes de que un chico con un color de cabello tan rojizo y oscuro que no podía contrastar mas con el de Akagi, se acercase diciendo cosas que en la todavía lenta maquinaria cerebral del de cabellos verdes, le sonaron a disculpas. «¿De qué me está hablando este?» Fue su pensamiento hasta que su cabeza sumo dos más dos.
— ¡OH!¡No hace falta que te disculpes, de verdad! No parece que le hayas dado ni nada, y tampoco le pasaría nada de ser el caso — Kegawa extendió la mano para acariciar la cabeza de Shiromaru que se había acercado a él; mientras miraba con recelo a Toshio. — Sin embargo... Si que has debido de darle fuerte para arrancarle la cabeza a uno de esos muñecos de tal forma — Dirigió una rápida mirada al cuerpo del joven. Tampoco parecía ser musculoso, o al menos no con la ropa puesta.
— ¿Entrenando desde ya para los exámenes chūnin quizá? — Inquirió, habiendo visto ya una parte de la bandana que el otro llevaba atada a la frente, a pesar de que tampoco se la veía demasiado debido al cabello.
Mientras la respiración del joven comenzaba a hacerse más lenta y espaciosa en el tiempo; Shiromaru por su parte había pausado su carrera para olisquear una rama y algunas piedras que encontró tiradas a unos pocos metros. Todavía no habían sido marcadas territorio de nadie, así que podría dejar su huella si le apeteciera...
Sin embargo, se vio interrumpido por la repentina caída de una cabeza demasiado cerca para su gusto. Aunque el cachorro nunca lo admitiría; desde luego que se asusto; y mientras daba un salto al costado para evitar el acercamiento rebosante; no pudo evitar empezar a ladrar de forma frenética, hasta que se dio cuenta de que no era nada más que uno de aquellos muñecos de entrenamiento.
— ¿Ehm? ¿Qué pasa Shiro? — Adormilado, el descendiente Inuzuka se levanto un poco y alcanzo a ver una cabeza de madera o paja (Algún material de esos colores) tirada en el suelo, antes de que un chico con un color de cabello tan rojizo y oscuro que no podía contrastar mas con el de Akagi, se acercase diciendo cosas que en la todavía lenta maquinaria cerebral del de cabellos verdes, le sonaron a disculpas. «¿De qué me está hablando este?» Fue su pensamiento hasta que su cabeza sumo dos más dos.
— ¡OH!¡No hace falta que te disculpes, de verdad! No parece que le hayas dado ni nada, y tampoco le pasaría nada de ser el caso — Kegawa extendió la mano para acariciar la cabeza de Shiromaru que se había acercado a él; mientras miraba con recelo a Toshio. — Sin embargo... Si que has debido de darle fuerte para arrancarle la cabeza a uno de esos muñecos de tal forma — Dirigió una rápida mirada al cuerpo del joven. Tampoco parecía ser musculoso, o al menos no con la ropa puesta.
— ¿Entrenando desde ya para los exámenes chūnin quizá? — Inquirió, habiendo visto ya una parte de la bandana que el otro llevaba atada a la frente, a pesar de que tampoco se la veía demasiado debido al cabello.