3/05/2017, 14:51
Su pregunta quedó sin respuesta, los tres muchachos simplemente se limitaron a caminar, sin un rumbo fijo y sin alejarse demasiado de la zona de feria, disfrutando de un ambiente festivo que, a pesar de lo pequeño del pueblo, proporcionaba una vida más propia de alguna ciudad grande.
¡Riko, Riko, Riko, Riko! Mira por allá. Quiero ese peluche, me encanta, ¿Me lo consigues? No sé, como eres shinobi...
La emoción de la chica sorprendió al peliblanco, que estaba dubitativo pensando cual de los tres dangos se comería primero. Riko entornó los ojos, mirando en la dirección que indicaba Yachi, y pudo distinguir el típico puesto de lanzamiento de shuriken, en el que se conseguían premios según el número de aciertos que hicieras.
— ¡Claro! Venga, vamos allá, Karamaru, y así vemos quien acierta más, será divertido. — Exclamó el Senju, sonriente mientras empezaba a correr al trote en dirección al puesto. —¡Hola jefe! ¿Cuánto vale una tirada? ¿Y qué hay que conseguir para llevarse el oso? — Preguntó al dueño del establecimiento cuando estuvo frente a él.
¡Riko, Riko, Riko, Riko! Mira por allá. Quiero ese peluche, me encanta, ¿Me lo consigues? No sé, como eres shinobi...
La emoción de la chica sorprendió al peliblanco, que estaba dubitativo pensando cual de los tres dangos se comería primero. Riko entornó los ojos, mirando en la dirección que indicaba Yachi, y pudo distinguir el típico puesto de lanzamiento de shuriken, en el que se conseguían premios según el número de aciertos que hicieras.
— ¡Claro! Venga, vamos allá, Karamaru, y así vemos quien acierta más, será divertido. — Exclamó el Senju, sonriente mientras empezaba a correr al trote en dirección al puesto. —¡Hola jefe! ¿Cuánto vale una tirada? ¿Y qué hay que conseguir para llevarse el oso? — Preguntó al dueño del establecimiento cuando estuvo frente a él.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»