3/05/2017, 22:56
Su plan parecía estar funcionando a las mil maravillas, Rengu había caído completamente cegado por la ira, solo tenía que tensar un poquito más la cuerda para hacerle saltar como un loco.
—¡Que te calles de una puta vez, joder! vuelves a hablarme de esa manera, y no sólo te mataré a ti, renacuajo; sino a toda tu puta familia. Limpiaré vuestros cráneos y beberé cerveza de ellos, haciendo memoria a sus putrefactos cadáveres. ¡¿Lo entiendes?!
El gordo, el que había bromeado de primeras, intentaba tranquilizar a su compañero, por lo que, ahora solo tenía que hacerle caer a él también, así tendría a dos lo suficientemente alejados como para que el ataque sorpresa surtiera efecto.
Por su parte, Kaido ya había empezado a dar órdenes para que los otros dos se colocaran, mandando a Hoshu al lugar idóneo para emboscar al pequeño de los cuatro guardas, mientras él se situaba perfecto para tener a tiro al otro, Riko se reposicionó, sin dejarse ver por ninguno de los guardas, de forma que ganó unos cinco metros de movimiento del clon, lo que sería suficiente para eliminar rápido a los dos guardas de la puerta y luego encargarse del resto.
La mano derecha del clon, súbitamente, se movió en dirección a los dos hombres que estaban frente a él, lanzando la piedra que había guardado con anterioridad, lanzándola, con todas sus fuerzas a la cabeza del gordo, así seguro que se lanzaban a por él, por lo que dió un par de pasos para atrás, listo para que, en cuanto los hombres reaccionaran, pudiera darse la vuelta y salir corriendo.
—¡Que te calles de una puta vez, joder! vuelves a hablarme de esa manera, y no sólo te mataré a ti, renacuajo; sino a toda tu puta familia. Limpiaré vuestros cráneos y beberé cerveza de ellos, haciendo memoria a sus putrefactos cadáveres. ¡¿Lo entiendes?!
El gordo, el que había bromeado de primeras, intentaba tranquilizar a su compañero, por lo que, ahora solo tenía que hacerle caer a él también, así tendría a dos lo suficientemente alejados como para que el ataque sorpresa surtiera efecto.
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Por su parte, Kaido ya había empezado a dar órdenes para que los otros dos se colocaran, mandando a Hoshu al lugar idóneo para emboscar al pequeño de los cuatro guardas, mientras él se situaba perfecto para tener a tiro al otro, Riko se reposicionó, sin dejarse ver por ninguno de los guardas, de forma que ganó unos cinco metros de movimiento del clon, lo que sería suficiente para eliminar rápido a los dos guardas de la puerta y luego encargarse del resto.
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La mano derecha del clon, súbitamente, se movió en dirección a los dos hombres que estaban frente a él, lanzando la piedra que había guardado con anterioridad, lanzándola, con todas sus fuerzas a la cabeza del gordo, así seguro que se lanzaban a por él, por lo que dió un par de pasos para atrás, listo para que, en cuanto los hombres reaccionaran, pudiera darse la vuelta y salir corriendo.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»